Debido al rezago en el que viven y el olvido de parte de los gobiernos, habitantes de la comunidad San Miguel Charahuén, del municipio de Pátzcuaro, declararon que se han unido a las filas del Movimiento Antorchista para mejorar sus condiciones de vida individual, de familia y del colectivo.
Mencionaron que la educación de las comunidades con un alto grado de pobreza, como la suya, es muy mala, ya que de los cerca de mil miembros de la comunidad, apenas un poco más de la mitad cursaron la secundaria, esto sin tomar en cuenta las dificultades económicas y sociales para poder finalizarla.
En este sentido, el líder del Movimiento Antorchista en la región, Juan Martín Nicolás Jiménez, expuso que en la localidad aún hay escuelas de palitos, además de que, por los trabajos con pagas muy bajas, decenas de niños padecen desnutrición, porque a sus padres no les alcanza para comprar la canasta básica.
“Los padres y madres de familia, por la necesidad, tiene que mandar a los niños a trabajar en el corte de aguacate, sin ninguna garantía médica que los haga laborar a salvo, además, por la falta de unidades médicas, si la gente se enferma, casi siempre corre el riesgo de perder la vida porque no hay doctor y mucho menos medicamentos”, refirió el líder social.
Una de las integrantes de la organización, dedicada al comercio indicó: “hemos comprendido, desde que nos acercamos a Antorcha, que el origen de la pobreza es la mala distribución de la riqueza y que para cambiar eso, lucha el Movimiento; estamos convencidos que unidos es el único camino para salir adelante como pueblo pobre”.