En el marco del Día Mundial del Agua, el Presidente Municipal, Julio Arreola Vázquez, llamó a los diferentes sectores de la sociedad a sumar esfuerzos con su Gobierno para cuidar y preservar este vital líquido.
En emotivo acto organizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, en coordinación con el Museo de Industrias y Artes Populares de Pátzcuaro, se conmemoró esta fecha, donde el Alcalde, en su intervención, lamentó que cada día se escasea más el agua y esto, dijo, debido a los cambios de uso de suelo que indiscriminadamente se dan en nuestra región.
Hizo un llamado a las autoridades estatales y federales para que frenen estos cambios de uso de suelo, sobre todo, para el establecimiento de huertas de aguacate y fraccionamientos, en donde se atenta contra el medio ambiente mediante la tala de árboles y toda clase de vegetación.
Por su parte, Alma Gloria Chávez, Divulgadora del Patrimonio Cultural, hizo una crónica de la historia de los manantiales que existen en Pátzcuaro, en la que resaltó el ubicado a un costado del Museo de Artes y Oficios, que en tiempos de Vasco de Quiroga albergó el Antiguo Colegio de San Nicolás, en donde, dijo:
“Dada la escasez de agua para los pobladores de la región, Don Vasco de Quiroga llevó en procesión la imagen de María Inmaculada de la Salud, hasta un lugar donde había visto cierta humedad, señal de que había agua, y con su báculo realizó una excavación, brotando milagrosamente el preciado líquido”.
Gabriel Sánchez Ken, Director del INECOL, expuso que en general no se tiene un manejo sustentable del agua, ya que no existe cultura de su conservación, por lo que en el mundo, el 70% es agua, sin embargo, “el 95% es salada y solamente el 2.5% es agua dulce, razón por la que es preocupante el uso indiscriminado y falta de cuidado del vital líquido, partiendo incluso de que no tenemos la cultura de guardar el agua de lluvia para darle un uso que beneficiara a la humanidad”.
Por último, los médicos y médicas tradicionales del Centro Coordinador de Pueblos Indígenas en Pátzcuaro invitaron a los presentes a formar parte de un ritual para agradecer a la madre tierra por el agua, precisamente en el manantial donde Vasco de Quiroga hiciera brotar el agua con su báculo.