“Primero está la salud”, aseguraron las comunidades indígenas de esta entidad ante la cercanía de la Noche de Muertos como principal actividad turística y económica.
Debido a la alta tasa de contagios, rezagos de vacunación y otros problemas derivados de la pandemia por COVID-19, la postura de las comunidades originarias, en cuanto a abrir las puertas a los cientos de miles de turistas locales, nacionales e internacionales dependerá de las cifras de contagio que se registren en próximas fechas y a lo que determinen las autoridades locales.
Las más de 65 poblaciones integradas al Consejo Supremo Indígena de Michoacán reconocieron que si bien la actividad representa el sustento económico para miles de artesanos y familias por la derrama, se apegarán a las condiciones sanitarias.
Bartolo de Jesús, jefe de tenencia de la comunidad de Jarácuaro, explicó que existe preocupación por parte de los pobladores de la región por los escenarios; por un lado, la cancelación de la recepción de visitantes con la pérdida de ingresos que lo anterior representa y por otro, el recibir a los turistas con el riesgo de asumir las consecuencias con la salud.