Los estados frente a la violencia homicida ¿cuál es el balance actual?

En la narrativa oficial, la tasa de homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes a nivel nacional continuará utilizándose como la principal métrica para medir el éxito de la estrategia de seguridad pública. Dato que no informa sobre la situación que atraviesa cada una de las entidades e invisibiliza las dinámicas locales de la violencia, sus causas e impactos. 

Por ello, desde México Evalúa, mensualmente presentamos un balance integral sobre el comportamiento del homicidio doloso a nivel estatal, información clave para detectar de forma clara y sencilla procesos de violencia o pacificación a nivel local, que contribuye a formular recomendaciones de política pública con base en evidencia. 

Bajo: entidades con una tasa inferior al promedio nacional con tendencia a la baja

Medio: entidades con una tasa inferior al promedio nacional con tendencia al alza

Alto: entidades con una tasa superior al promedio nacional con tendencia a la baja

Muy alto: entidades con una tasa superior al promedio nacional con tendencia al alza

Los datos provienen de las víctimas en carpetas de investigación reportadas mensualmente por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) y las proyecciones de población a mitad de año del Consejo Nacional de Población (Conapo).

Las cinco entidades más violentas:
1. Colima
2. Morelos
3. Baja California
4. Chihuahua
5. Guerrero

Las cinco menos violentas:
1. Yucatán
2. Coahuila
3. Durango
4. Querétaro
5. Baja California Sur

Doce entidades superan el promedio nacional (22 asesinatos por cada 100 mil habitantes). 

Cinco entidades donde la violencia incrementó más:
1. Tabasco
2. Baja California Sur
3. Chiapas
4. Aguascalientes
5. Sinaloa

Las cinco entidades donde la violencia disminuyó más:
1. Zacatecas
2. Durango
3. Coahuila
4. Tamaulipas
5. San Luis Potosí

Morelos, Nuevo León y Guerrero se encuentran por encima del promedio nacional de homicidios dolosos y también mantienen una tendencia ascendente desde al menos hace tres años. Dichos estados se encuentran inmersos en procesos de violencia sostenida debido a guerras criminales. Otras entidades como Sinaloa y Oaxaca también mantienen una tendencia al alza desde al menos un par de años y están cerca de superar la media nacional. Es importante romper esta tendencia en entidades que todavía registran una tasa relativamente baja para evitar la expansión de la violencia homicida en más regiones del país, como CDMX o Querétaro. 

Coahuila y Durango se ubican dentro de los estados menos violentos y sus tasas de homicidio doloso se han reducido de manera consistente en estos territorios durante los últimos seis años. Estos estados pueden encerrar las claves para la pacificación sostenida desde lo local, por lo que vale la pena examinar a profundidad sus políticas públicas. 

Radar de comportamiento sobre la violencia homicida a nivel estatal

¿Cómo leer el radar? El eje horizontal traza la tasa por cada 100 mil habitantes. El eje vertical representa el cambio porcentual del mismo indicador. En el centro se ubican dos puntos de corte, de manera respectiva: el promedio nacional del año en curso y el cambio porcentual al alza o a la baja, en comparación del último año. De este modo, ubicamos cuatro conjuntos sobre la situación de los homicidios en los estados: positivo, regular, negativa o muy negativa. Cada conjunto cuenta con sus propias escalas de variación a partir de los puntos de corte establecidos. El radar permite detectar con precisión cuándo un estado está a punto de cambiar de situación, ayudando a identificar casos de atención prioritaria. 

En comparación del mes pasado se registraron cuatro movimientos:  Baja California y Quintana Roo pasaron de una situación muy negativa a una negativa, Querétaro de una positiva a una regular y Zacatecas de una positiva a una negativa. Los movimientos, por magnitud o cambio porcentual, fueron marginales, por lo que dichas entidades tienen el riesgo o la oportunidad de regresar a los conjuntos originales a corto plazo o mantener su tendencia a la degradación de la paz. 

El resto de las entidades se mantuvo en los mismos conjuntos. Sin embargo, Morelos, Guerrero y Sonora se afianzaron dentro de los estados con situaciones muy negativas. Coahuila y Durango se consolidan cada vez más como los estados más pacíficos. Por otro lado, Jalisco, Veracruz, Oaxaca, Sinaloa y Baja California tienen un riesgo muy alto de empeorar su situación. 

Aproximación regional

– La violencia se expandió en una región. A diferencia de la medición pasada, la violencia incrementó en la región centro norte, debido a que Zacatecas y Querétaro pasaron de una evaluación positiva a una negativa y regular, respectivamente. En dicha región, el eje del conflicto es la resistencia de los grupos locales frente a los intentos de organizaciones nacionales, como Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), por apropiarse del robo y venta de hidrocarburos, así como el establecimiento de puntos para el narcomenudeo y el control de rutas para movilizar narcóticos.

– La violencia se contrajo en dos regiones. Las regiones noroeste y sureste mejoraron ligeramente su contexto de inseguridad, pues Baja California y Quintana Roo pasaron de una evaluación muy negativa a una negativa. A pesar de lo anterior, dichas regiones se mantienen como las más violentas a nivel nacional debido a la prevalencia de las guerras criminales, principalmente en entidades como Sinaloa o Tabasco. El noroeste sufre los estragos de la ruptura del Cártel de Sinaloa y el sureste las consecuencias de la expansión del Cártel Jalisco Nueva Generación. 

– La violencia hacia el cierre de año. Para reducir la violencia a corto plazo, la política de seguridad debe redoblar esfuerzos en dichas regiones, no solamente en Sinaloa por su impacto en la opinión pública.. La finalidad de éste ejercicio de semaforización es anticipar condiciones sociales donde enfrentamientos de alta intensidad o muestras de poder entre grupos criminales (ejecuciones públicas, por ejemplo), tienen mayor probabilidad de ocurrencia. Sería ingenuo señalar que los eventos de violencia contra civiles en Querétaro, Estado de México o Guanajuato son hechos aislados y no eventos mediáticos que permitieron visibilizar contextos sociales en los que los conflictos entre grupos criminales se agudizan día a día. Por todo ello, se debe prestar atención al comportamiento mensual de la violencia homicida en cada entidad federativa.

baf

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