En las filas de la Guardia Civil hay muchas mujeres que tienen un gran amor por su uniforme, por su estado y por su país; son madres de familia, hijas, esposas y profesionistas con valores, que diariamente se esfuerzan en dar lo mejor de sí mismas para garantizar la seguridad de nuestra gente.
Ana María Ramírez Trigueros, quien pertenece a la Dirección de Tránsito y Movilidad, comentó que para ella la Guardia Civil ha sido un lugar de trabajo donde ha crecido tanto en lo personal como en lo profesional.
“Esta institución me ha forjado como mujer, como madre de familia y como elemento de la Guardia Civil. Hay siempre quienes intentamos ser lo mejor de la institución, pero como en todos los lugares, hay gente buena y gente que no lo es tanto; pero esos se detectan inmediatamente y se actúa para que no sigan contaminando a la dependencia”, subrayó.
Igualmente, Ana María Patricia Martínez Pérez, quien está adscrita al Agrupamiento de Proximidad Social, dijo: “Yo no soy de Morelia, soy de un pueblo donde escaseaban los policías, y cuando se veía a un policía era una gran emoción, por eso siempre que los observaba decía: quiero pertenecer a la Policía”.
María Isabel Manríquez Almonte, que es paramédico de vuelo en la Dirección de Servicios Aéreos, destacó que ésta es una de las áreas más humanas de la Guardia Civil, ya que hacen decenas de traslados aeromédicos para salvar vidas.
“Como paramédica de vuelo el poder ayudar a una persona cuando se siente mal, cuando su salud está comprometida es maravilloso, el salvar vidas es una gran satisfacción. Por eso le pedimos a la ciudadanía que confien en nosotros, porque estamos ara apoyarlos y siempre veremos por el bienestar de la sociedad”, mencionó Manríquez Almonte
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