por Abelardo Pérez Estrada
Empresario, analista político, Expresidente CANACINTRA
Por esta semana, estimado lector, me permitiré, quitar el enfoque político a esta columna y escribiré como padre de familia preocupado y ocupado por la formación de los niños que en el futuro próximo dirigirán este país.
Esta semana, nos hemos visto envueltos, en una gran polémica generada por los nuevos libros de texto gratuitos, que serán repartidos a millones de estudiantes y que sin duda serán fundamentales para su formación.
No pretendo analizar la metodología, ni la corriente sobre la que fueron diseñados, porque sin duda, los libros de texto anteriores también tenían una tendencia, que venía con la firma de quien en ese entonces estaba encargado de la rectoría de la educación en el país
Sería inocente pensar que estos libros, no traen ahora una línea de pensamiento, con información tendenciosa, por los que ahora tienen la rectoría de la educación.
Sin embargo, dejando la metodología un lado, como padre de familia, si puedo cuestionar de la forma en que se dio, esta nueva edición de libros de texto, donde existen quejas fundamentadas de asociaciones de padres de familia que no fueron tomados en cuenta para que pudieran participar.
Uno de los pilares fundamentales para que un país progrese, sin duda es la educación, un pueblo educado, sin duda cuestiona, participa, decide, e influye en la evolución y crecimiento del mismo.
Por eso, la educación en el país debe consensuarse, sin duda por la autoridad, además de los profesores que serán los que se encargarán de impartir ese conocimiento y quienes deberán estar seguros que tienen la capacitación suficiente para poder transmitirlo en las aulas, pero además también deben estar incluidos los padres de familia, quienes en los hogares darán seguimiento para poder tener una educación integral para los niños.
Sin embargo, esta vez no fue así, esta vez no involucraron lo suficiente a los maestros ni a los padres de familia, esta vez, en una decisión 100% unilateral, se diseñó el contenido de los libros, se imprimieron y se mandaron distribuir, provocando con ello una suspensión definitiva para que se reponga el proceso de consulta para el diseño de estos libros.
Otro punto a cuestionar, es si los profesores, están listos para impartir correctamente esta metodología a los niños, porque de nada serviría tener una buena metodología, sin un profesor capacitado para impartir ese conocimiento.
En resumen, definir a la ligera los libros de texto, es atentar contra los niños comprometiendo su educación, y condenando de esta forma el crecimiento del país.
POSDATA:
Primero con la salud, la seguridad, la economía, los empresarios, mujeres, la democracia, instituciones, etc ¿ahora con los niños ?
¡Es tiempo de los ciudadanos!, involucrados en la educación.
smr 14:22