por Alejandro Carrillo Lázaro
No existe mejor forma para plantar cara a un proceso electoral y así definir un escenario político, que la exigencia exhaustiva de la búsqueda del enemigo. Si un proceso electoral está cerca, porque no hacer desde un principio que la gente entienda (aquella que está en edad de votar) que hay que estar decidiendo continuamente, eligiendo bando, de esta manera el día en que ese ciudadano se encuentre consigo mismo en la casilla su decisión habrá sido más que consensuada desde un principio.
La aparición de “la mafia del poder” fue el inicio de la narrativa, se había encontrado al enemigo y solo un héroe había sido capaz de mostrarlo con su verdadero rostro. ¿Quiénes nos tienen en pobreza? La mafia del poder; ¿Quiénes son corruptos? La mafia del poder; entonces, ¿Quién es el enemigo? La mafia del poder. La idea siempre fue muy clara, y mediante el uso efectivo de la comunicación política: fue simple y logro su cometido: En el 2018 Andrés Manuel López Obrador seria electo presidente de la república, no gano él, gano México, en palabras de Andrés, pero copiadas al fallecido Hugo Chávez, él dejaba de pertenecerse, ahora le pertenecía al pueblo de México.
En México la vida política se retrata en muchas obras literarias, una de ellas es la silla del águila de Fuentes y otra, que quisiera señalar es la del presidencialismo mexicano de Jorge Carpizo, en ambas la primera como Novela y la segunda como ensayo se puede apreciar la condición de super potencia que acompaña al presidente durante el sexenio pero tambien el inicio de su declive donde la ultima muestra de poderío se centra en ungir a su sucesor, ese fue un México anterior, hoy la prevalencia de instituciones que se han ido solidificando para generar un andamiaje político más claro no permiten tanta opacidad, ganar entonces en el marco de un proceso electoral es la única via de mantener el poder político.
Andrés Manuel no dejo de lado la condición de la búsqueda del enemigo a pesar de ya haber sacado de la presidencia a quienes representaban la mafia del poder, él sabe que
esa retorica política es importante para recordar a diario a la gente que el enemigo siempre está cerca, ya que no puede ungir a nadie, más que como candidato y no como sucesor, el presidente revuelve las aguas electorales y polariza a México en tan solo una elección simple: o conmigo o con el enemigo. ¿Y quién es el enemigo ahora? No necesita ahora un rostro especifico, la narrativa es simple: Todo lo que no le resulta es causa del enemigo, todo lo que le exige transparentarse es por el enemigo, todo lo que no avanza en México es por el enemigo. La lista no completa de los enemigos del presidente y por ende del pueblo que está en mente la relato a continuación:
Loret de Mola: el periodismo de las mentiras junto con el periódico El Reforma, su propósito es desinformar, es la generación de propaganda anti transformadora, ¿cómo se sabe que es el enemigo? Revisen sus cuentas.
Los Conservadores: ese grupo ciudadano que opta por apoyar las consignas de los partidos políticos de oposición, así como la de cualquier otra institución contraria a la 4T, es el pueblo aspiracionista, el pueblo que daña al pueblo verdadero.
El INAI: Institución que promueve una transparencia de corte conservador, con el propósito de dañar la imagen de los que jamás han atentado contra la nación, ¿cómo pretende esta institución sacar a relucir contratos o transparentar otra acción de gobierno o de los militares?, como si el presidente no informara las veces que sea necesario en el zócalo a la ciudadanía, ese presidente que no tiene la capacidad de mentir.
La Suprema Corte de Justicia que esta semana se llevara la imagen del enemigo mas dañino para la Cuarta Transformación, ¿Cómo se atreve este poder a suplantar las atribuciones del congreso de la unión que sin leer las reformas las aprueba en tiempos récord porque el H. Presidente de la República, aquel que encarna al pueblo verdadero lo ha pedido?, tan dañina es la suprema corte que han existido (ya sea en forma de broma o no que es igual de deshonroso) personajes que han propuesto como solución a quien preside la sala una bala.
La narrativa del enemigo es en tiempos modernos, en tiempos de democracia mercantil una forma muy importante de ganar adeptos, la máxima en su discurso es esta: “lo malo no es mi culpa, es de los malos, mi enemigo entonces es el suyo, recordarlo entonces el primer domingo de junio.”
El presidente de la república ha usado esta estrategia desde que fue parte de una oposición, hoy como presidente lo usa para establecer otro tipo de dominio, uno que podrá heredar a su candidato, pero mejor aún, un dominio que también es capaz de linchar electoralmente a quien se atreva a contradecir sus decisiones.
Eppur si muove
smr 12:55