Todo apunta a que Xiaomi está haciendo lo mismo que Samsung. La compañía limita el rendimiento del dispositivo cuando corre ciertos juegos muy potentes y exigentes. El objetivo de este estrangulamiento intencionado es disminuir el consumo energético general.
Si reduces el rendimiento también se reduce el consumo de batería. A cambio tienes un dispositivo capaz de dar un 100% pero que está dando un 80%. Esto se puede traducir en problemas de rendimiento en ciertos juegos muy potentes. El móvil es capaz de dar todo, pero Xiaomi lo limita para no gastar tanta batería.
Lo curioso en todo este embrollo es que esto no ocurre cuando la app que se ejecuta es un benchmark. Cuando el móvil ejecuta una prueba de rendimiento este estrangulamiento intencionado desaparece para poder exprimir el dispositivo al máximo.
El cofundador de Geekbench ha confirmado que han cambiado el nombre a la app de Geekbench por el de Fornite. Al realizar la prueba se aprecia una disminución de la puntuación final. Es decir, el móvil limita el rendimiento creyendo que se está ejecutando un juego, por lo que el resultado es peor.
La prueba de un solo núcleo cae un 30% y la de multinúcleo cae un 15%. Es decir, Xiaomi baja el rendimiento sobre un 15 y un 30% cuando corres un juego potente.