La Agencia Espacial Europea (ESA) logró captar en video las increíbles imágenes de la corona del Sol, las cuales muestran con un exquisito detalle la transición de la atmósfera inferior del Sol a la corona exterior, mucho más caliente. Sin embargo, lo verdaderamente sorprendentes son los fenómenos capturados que hacen parecer “esponjoso” y “peludo” al astro rey.
En las imágenes tomadas por la ESA, gracias al Solar Orbiter, se observa como si el Sol estuviera lleno de “pelos”. Sin embargo, dichas estructuras que lo hacen parecer “esponjoso” están hechas de gas cargado (plasma), siguiendo líneas de campo magnético que emergen del interior del Sol.
Una característica intrigante, que es visible a lo largo del video, es el gas brillante que forma delicados patrones en forma de encaje alrededor del Sol. Según la ESA, esto se llama “musgo” coronal. Suele aparecer alrededor de la base de grandes bucles coronales que están demasiado calientes o tenues para verse con la configuración del instrumento elegido.
Además, es posible observar en el horizonte solar: agujas de gas, conocidas como espículas, las cuales se elevan desde la cromosfera del Sol y pueden alcanzar hasta una altura de 10 mil kilómetros.
Otro fenómeno que es posible admirar es una “pequeña” erupción en el centro del campo de visión, con material más frío que se eleva hacia arriba antes de volver a caer. A pesar de considerar “pequeña” la erupción, los expertos dicen que ésta es más grande que la Tierra.
En cuanto a la lluvia coronal “fría” que se puede apreciar, ésta se ve oscura sobre el fondo brillante de grandes bucles coronales. La lluvia está formada por acumulaciones de plasma de mayor densidad que caen hacia el Sol bajo la influencia de la gravedad.
De acuerdo con la agencia espacial, las regiones más brillantes que se pueden apreciar en las imágenes rondan el millón de grados Celsius, mientras que el material más frío parece oscuro porque absorbe radiación.
El video fue grabado por el instrumento Extreme Ultraviolet Imager (EUI) del Solar Orbiter, justo cuando la nave espacial se encontraba aproximadamente a un tercio de la distancia de la Tierra al Sol, y se dirigía a una máxima aproximación de 43 millones de kilómetros.
El mismo día en que se grabó este vídeo, la sonda solar Parker de la NASA se desplazó a sólo 7,26 millones de kilómetros de la superficie solar, pero, en lugar de obtener imágenes directamente del Sol, Parker midió las partículas y el campo magnético en la corona solar y en el viento solar.
Ésta fue una oportunidad perfecta para que las dos misiones formaran equipo, con los instrumentos de detección remota del Solar Orbiter liderado por la ESA observando la región de origen del viento solar que posteriormente fluiría más allá de Parker Solar Probe.
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