El paso del huracán ida a destronado todo a su paso dejando aparte de muertes y destrozos pues el reverso dramático de los reclamos de neón y los rascacielos.
La mayoría en el distrito mestizo de Queens, según el comunicado del País son incontables daños materiales constituyen la factura a pagar por una realidad oculta, paralela: la existencia de innumerables bajos reconvertidos en infraviviendas, alojamientos insalubres o precarios, de legalidad dudosa, en sótanos que en muchos casos no pasan de gateras, cuando no zulos, con ventanucos a ras de calle por los que apenas pasaría un niño. Estancias sin apenas control o supervisión del Departamento de Vivienda; arreglos informales entre caseros e inquilinos.
En uno de esos bajos, en Woodside, uno de los barrios de Queens, murieron el miércoles ahogados los tres miembros de una familia: el matrimonio y un bebé de 19 meses. “Fue visto y no visto, pasó todo en un minuto, fue imposible reaccionar”, explicaba este viernes Kumchoo Sherpa, inmigrante nepalí como las víctimas y residente en el tercer piso del inmueble. “Mis padres estaban en casa y se quedaron paralizados de pánico por el diluvio, yo estaba trabajando. El agua entró en tromba en el sótano, porque a la fuerza de la lluvia se unió el hecho de que el edificio se encuentra al final de una empinada cuesta, rematada por un muro de hormigón que separa la calle de la autopista. Por eso el agua rebalsó y entró con más furia aún en la casa. La mujer pidió auxilio por móvil a la casera, y esta le gritó: ‘¡Salid de ahí, salid de ahí ya!’. Pero al cabo de un minuto ya nadie contestó el teléfono. Se habían ahogado los tres, el agua había llegado al techo.
Al menos 45 muertos en cuatro Estados (Nueva York, Nueva Jersey, Pensilvania y Connecticut) es el balance humano de los coletazos de Ida. Una tragedia congruente en cualquiera de los ranchitos que se agolpan en la periferia de las grandes ciudades latinoamericanas, pero tan estridente como inexplicable en la Gran Manzana. El presidente Joe Biden aprobó el jueves la declaración del estado de emergencia en Nueva York y Nueva Jersey y ordenó el envío de ayuda federal. En Nueva Jersey el balance de víctimas mortales se elevó hoy a 25, tras ser hallados dos cuerpos entre el lodo y los escombros, mientras seis personas siguen desaparecidas. A mediodía de este viernes, más de 14.000 hogares seguían sin luz entre Nueva York y Nueva Jersey, además de otros 20.000 en Pensilvania.