Javier Aguirre, director técnico de la selección nacional, abandona la sala de prensa del estadio Alamodome, en San Antonio, con un libro en la mano que el argentino Marcelo Bielsa le obsequió el viernes antes del partido contra Uruguay. Se titula El Código de la Cultura y su autor, el estadunidense Daniel Coyle, plantea en él que el trabajo en equipo y la capacidad de colaboración es el secreto del éxito de organizaciones tan dispares como el estudio cinematográfico Pixar y los Spurs de San Antonio, franquicia de la NBA.
“Desde hace tiempo intercambiamos algunos libros y llevamos una buena relación, este me lo regaló en Torreón”, dice, pero su semblante se mantiene serio. Nada logra ocultar el desgaste que acumula desde hace cinco partidos, en los que la afición ha exigido su salida del cargo al no registrar victorias rumbo a la Copa del Mundo.
Aguirre retoma algunas ideas del libro de Bielsa, el cual sostiene que cuando las arañas tejen juntas pueden atar a un León. A unas horas de enfrentar a Paraguay, en su último encuentro de preparación en el año, responde a una serie de preguntas relacionadas con su bajo nivel de juego, los gritos de “¡Fuera Vasco!” y la brecha que existe respecto a rivales mejor calificados en Asia y Sudamérica -Japón, Corea del Sur, Colombia, Ecuador y Uruguay- a los que no pudo vencer desde que ganó el título de Copa Oro en Estados Unidos.
“El que no esté preparado para ser sometido a juicio público no sirve para esto”, afirma en conferencia de prensa, como si el carácter y la personalidad fueran parte de los requisitos para participar en la siguiente Copa del Mundo, y no sólo el talento.
“Lo más fácil para mí sería excusarme en pretextos, arbitrajes, decir que los jugadores no me entienden. Pero al final esto da vueltas, la mentira siempre regresa. Puedes engañar al entrenador, a la familia o la prensa, pero no al espejo. En esa búsqueda de jugadores, yo busco equilibrio emocional. No te pueden dejar con 10 hombres, porque la grada se mete contigo o fallaste un gol. Necesitamos piel gruesa, paz mental, porque debemos ser ejemplares para nuestra afición. Los cambios responden a eso. Están apareciendo jugadores jóvenes que amplían la baraja de opciones: Obed (Vargas), (Gilberto) Mora, Armando González, Fidel (Ambriz). Eso me gusta, porque vienen con una fortaleza mental que se necesita en la selección”, agrega.
Por una sobrecarga muscular en el muslo izquierdo, el seleccionador mexicano no podrá contar con el mediocampista del San Diego FC estadunidense, Hirving Lozano. “Habrá siete cambios”, adelanta, incluido el ingreso del juvenil de 17 años, Gilberto Mora, quien lleva ventaja en la carrera por un lugar en la lista definitiva. “Es parte de la búsqueda de jugadores. Los rivales exigen muchísimo, eso me permite medir en qué nivel estamos. Si actuamos mal, el público lo hace sentir, pero el viernes el equipo jugó bien al futbol. No ganamos, de acuerdo, pero el resultado condiciona el debate. Nos movemos en un entorno resultadista. Los que ocupamos esta silla siempre estamos en el paredón”.
GD
