El monitoreo de objetos cercanos a la Tierra es una prioridad para las agencias espaciales internacionales, ya que permite evaluar y mitigar posibles riesgos. En ese sentido, la NASA actualizó sus cálculos sobre la probabilidad de impacto del asteroide 2024 YR4 en nuestro planeta y la redujo al 0,28%.
Inicialmente, el Centro de Estudios de Objetos Cercanos (CNEOS) de la agencia había situado esta posibilidad en un preocupante 3,1 %, lo que generó atención global.
Este asteroide, descubierto el 27 de diciembre de 2024 mediante el telescopio ATLAS en Chile, mide entre 40 y 90 metros de diámetro. De acuerdo con la Agencia Espacial Europea (ESA), un objeto de estas dimensiones impacta la Tierra en promedio cada varios miles de años, con el potencial de causar daños en una región específica.
A pesar de la reducción del riesgo, el monitoreo continuará, dado que cualquier cambio en la trayectoria del asteroide podría modificar nuevamente las estimaciones respecto a su caída en el año 2032.
Desde su detección, el asteroide 2024 YR4 ha sido objeto de seguimiento intensivo por parte de la NASA y la ESA. La probabilidad inicial de impacto para el 22 de diciembre de 2032 fue ajustada varias veces a medida que se recopilaron nuevos datos.
El 18 de febrero, el CNEOS actualizó sus cálculos y elevó la probabilidad de impacto al 3,1 %, el valor más alto registrado hasta la fecha para un objeto de este tamaño o mayor.
Sin embargo, nuevas observaciones realizadas la noche del 19 de febrero permitieron reducir la estimación al 1,5 %. Posteriormente, 20 de febrero, la probabilidad descendió nuevamente al 0,28 %. Paralelamente, la ESA también realizó sus propias estimaciones. A lo largo del día, la agencia redujo la probabilidad de impacto desde un 1,4 % hasta un 0,16 %.
Además, tanto la NASA como la ESA modificaron la clasificación del asteroide en la Escala de Turín, un sistema que mide el riesgo de impacto en una escala del 0 al 10.
Inicialmente, el objeto fue clasificado en el nivel 3, lo que indicaba que merecía atención por parte de astrónomos y agencias espaciales.
Sin embargo, con los nuevos datos, la categoría se redujo a nivel 1, que significa que el impacto es “extremadamente improbable y no es motivo de atención ni preocupación pública”.
La NASA destacó la importancia de la recolección continua de datos: “Cada noche adicional de observaciones mejora nuestra comprensión de dónde podría estar el asteroide el 22 de diciembre de 2032 y subraya la importancia de recopilar suficientes datos para que nuestros expertos en defensa planetaria puedan determinar el riesgo futuro para la Tierra”.
Este proceso es crucial, ya que otros asteroides han presentado escenarios similares. En 2004, el asteroide Apophis llegó a registrar una probabilidad de impacto del 2,7 %, generando preocupación a nivel mundial. Sin embargo, con el paso del tiempo y la recopilación de más datos, la probabilidad se redujo a cero, descartando por completo cualquier riesgo para la Tierra.
baf