Las aerolíneas estadunidenses comenzaron a cancelar cientos de vuelos el jueves debido a la orden de la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus iniciales en inglés) de reducir el tráfico en los aeropuertos más concurridos del país a partir del viernes, debido al cierre del gobierno, que este jueves llegó al día 37 y desde el miércoles (con 36 días) se convirtió en el más largo en la historia de ese país.
Las aerolíneas eliminaron de sus itinerarios casi 700 vuelos programados para el viernes, según FlightAware, un sitio web que rastrea las afectaciones en los vuelos. La cifra es cuatro veces mayor al total diario del jueves, y se anticipa que seguirá en aumento.
Las aerolíneas deben reducir diez por ciento de sus vuelos en 40 aeropuertos de alto tráfico del país el viernes, en cumplimiento de la autoridad de aviación (FAA) emitida por motivos de seguridad, ante la falta de personal por la parálisis del gobierno.
Afectación en los aeropuertos más concurridos
Los 40 aeropuertos seleccionados por la FAA abarcan más de una veintena de estados e incluyen los más concurridos del país, como Atlanta, Dallas, Denver, Los Ángeles, Chicago, Houston, Newark y Charlotte, según una lista distribuida a las aerolíneas y a la que The Associated Press tuvo acceso. En algunas zonas metropolitanas, como Nueva York, Houston, Chicago y Washington, varios aeropuertos también se verán afectados.
American Airlines informó en un comunicado que la orden del gobierno le obliga a anular 220 vuelos cada día.
Delta Airlines canceló unos 170 vuelos programados para el viernes, informó la aerolínea, mientras que la cadena CNN informó de que Southwest Airlines suspendió cien despegues.
¿Qué pasa con las aerolíneas mexicanas?
Hasta el momento las aerolíneas mexicanas no han reportado cambios en sus itinerarios desde o hacia Estados Unidos, pero recomendaron a sus usuarios estar al pendiente de los avisos a través de sitios oficiales.
La parálisis presupuestaria que obliga a cerrar servicios públicos federales, se convirtió el miércoles en la más larga de la historia de Estados Unidos, y dejó sin su salario a decenas de miles de controladores aéreos, personal de seguridad aeroportuaria y otros trabajadores, lo que provoca escasez de personal en el sector.
El jueves, más de 5 mil 500 vuelos sufrieron retrasos y 160 fueron cancelados, según datos de FlightAware, y los viajeros tuvieron que hacer largas filas en los controles de seguridad.
Los principales aeropuertos del país se vieron afectados. En los de Boston y Newark, los retrasos superaron las dos horas en promedio. En los aeropuertos O’Hare de Chicago y Reagan National de Washington fueron de más de una hora.
Se busca evitar accidentes, ante la falta de personal
Las autoridades afirmaron que querían actuar antes de que ocurriera un accidente. “Y si la presión sigue aumentando, incluso después de tomar estas medidas, volveremos y tomaremos medidas adicionales”, dijo en la noche del miércoles el jefe de la FAA, Bryan Bedford.
Estas medidas se implementan justo a unos días de la temporada alta de viajes en el país, con motivo del Día de los Veteranos y el Día de Acción de Gracias, que se celebrarán los días 11 y 27 de este mes, respectivamente.
United Airlines y Delta, dos de las mayores compañías aéreas estadounidenses, aseguraron que estas medidas no afectarán a sus rutas internacionales.
United indicó que mantendrá los vuelos que conectan con aeropuertos que sirven como centros de operaciones de otras aerolíneas, lo que indica que las cancelaciones serán de rutas secundarias.
El gobierno anunció estas medidas ante la falta de personal responsable del tráfico aéreo. Muchos funcionarios, como controladores aéreos, están de baja por enfermedad o bien se han buscado otro empelo ya que no cobran sus salarios por la falta de presupuesto federal.
“En mis 35 años de experiencia en el mercado de la aviación, no recuerdo que hayamos tenido una situación en la que hayamos tenido que tomar este tipo de medidas”, declaró Bredford.
El cierre también alcanzaría la entrega de mercancías
Los recortes también podrían interrumpir las entregas de paquetes, debido a que en la lista aparecen dos aeropuertos con importantes centros de distribución: FedEx opera en el aeropuerto de Memphis, Tennessee, y UPS en Louisville, Kentucky, donde esta semana se desplomó un avión de carga.
Los recortes podrían afectar hasta mil 800 vuelos, o a más de 268 mil pasajeros, por día, de acuerdo con una previsión de la firma especializada en aviación Cirium.
JZ
