Intervención de la Diputada Federal del PRI, Laura Ruiz, en la Sesión de la Comisión Permanente: Dictamen a discusión de la Segunda Comisión, con punto de acuerdo en materia migratoria.

Con el permiso de la presidencia. Compañeras y compañeros, con el retorno de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos, México se encuentra nuevamente ante un reto mayúsculo para su política exterior y esto no sólo porque dicho país sea nuestro principal socio comercial, sino por la cantidad de connacionales que se encuentran viviendo regular e irregularmente en este país.

Como sabemos, el presidente Donald Trump desde su llegada adoptó diversas órdenes ejecutivas que tienen como objetivo combatir el flujo migratorio irregular hacia Estados Unidos y actualmente ya ha comenzado a incrementar las detenciones por parte del servicio de inmigración y las deportaciones masivas hacia los países de origen. . . de los migrantes.

La meta del presidente Trump es alcanzar la meta de 13 millones de personas. Actualmente en Estados Unidos se estima que hay cerca de 12 millones de mexicanos migrantes y uno de cada tres de estos son indocumentados.

Por lo que hacer frente a esta coyuntura constituye un verdadero reto, a pesar de la importancia que esto puede tener para la población mexicana inmigrante, lo que hemos observado en estos últimos días es que la administración actual no está preparada para afrontar esta situación.

En primer lugar, creemos que el Ejecutivo Federal no ha tomado este tema con la debida importancia y seriedad. Hoy los aviones cargados con migrantes están llegando a territorio mexicano y esta administración ha accionado tardíamente e incluso, al parecer, se ha duplicado ante los deseos del gobierno de Trump.

Hace unos días la Secretaría de Prensa de Donald Trump anunciaba que gracias al presidente Trump, el gobierno mexicano había aceptado cuatro vuelos de devoluciones en un solo día, lo que según sus propias palabras se sumaba a la devolución sin restricciones en la frontera terrestre a la deportación de no mexicanos y restableciendo la ley de permanencia en México.

Para nosotros, así como para muchos mexicanos verdaderamente patriotas, resulta inaceptable que el Ejecutivo Federal, quien es el primer representante de México y de los mexicanos en el exterior, actúe de esta forma tan desafortunada.

No podemos permitir que el gobierno estadounidense impugne sus designios obligando a México a recibir connacionales sin siquiera estar seguros de que son indocumentados o de que hayan sido violados sus derechos. Tampoco podemos aceptar que, de forma unilateral, el gobierno estadounidense nos envíe inmigrantes o no mexicanos cuando es su obligación enviarlos a sus lugares de origen.

Tampoco podemos aceptar que Estados Unidos también, de forma unilateral, haga de México un tercer país seguro. Porque aunque lo niegue el Ejecutivo Federal, eso es lo que está sucediendo al forzar a los migrantes de otras nacionalidades a quedarse en nuestro territorio.

En tanto no resuelva su situación migratoria, se está convirtiendo a México en un tercer país seguro y, desgraciadamente, nuestro gobierno lo está aceptando sin más. Y no sólo eso, ante esta situación, México ha movilizado a 30 mil elementos de la Guardia Nacional, haciendo nuevamente de esta institución una herramienta al servicio de Estados Unidos para cumplir sus objetivos migratorios, es decir, la Guardia Nacional ayudará a realizar los trabajos. . . . sucios de Estados Unidos.

Tampoco podemos olvidar que es una realidad que el gobierno federal apenas si puede controlar la devolución de migrantes mexicanos, es obvio que no podrá con la carga de aceptar migrantes de otras naciones y mucho menos garantizar su seguridad y garantizar sus derechos humanos.

De hecho, resulta más peligroso para estas personas migrantes permanecer en México, ya que pueden ser crímenes del crimen organizado, asunto que tampoco ha podido resolver el Estado mexicano.

Compañeras y compañeros, aunque el actual gobierno federal intenta ocultar, lo cierto es que se ha doblegado ante los designios de Donald Trump y en detrimento del respeto a los derechos humanos de las y los mexicanos migrantes.

En este sentido, las y los diputados del Grupo Parlamentario del PRI no podemos aprobar la política en materia de política exterior y migratoria de la actual administración frente a la coyuntura actual que vivimos con Estados Unidos.

baf

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