Al menos seis incendios azotaron la pasada noche el condado de Los Ángeles, que registró su último foco de fuego en las montañas de Hollywood, lo que obligó a emitir nuevas órdenes de evacuación por los siniestros que dejan al menos cinco muertos, decenas de heridos y más de 1.000 estructuras consumidas por las llamas.
Cuatro de los siniestros se encuentran fuera de control y dos de ellos, Palisades y Eaton, suman cerca de 11.000 hectáreas quemadas, según el Departamento de Protección contra Incendios de California, el tristemente famoso Cal Fire.
El incendio en el área de Hollywood Hills, conocido como Sunset, se desató alrededor de las seis de la tarde hora local; menos de dos horas después ya había quemado 8 hectáreas de vegetación y hasta el momento ha afectado a 20 hectáreas. Las imágenes aéreas de la cadena KTLA mostraban a varias estructuras que habían sido alcanzadas por unas llamas que se esparcían velozmente.
La causa de esta rapidez destructora se encuentra en los vientos huracanados que están azotando la zona desde hace días y que, semun las autoridades, durarán hasta el viernes. Ese tiempo ventoso, sumado a la sequedad del terreno (que apenas ha recibido lluvias desde el pasado mes de mayo), ha provocado la hecatombe.
Las autoridades emitieron una orden de evacuación obligatoria en la icónica zona delimitada por Mulholland Drive y Hollywood Boulevard, amenazando algunos recintos históricos del popular Paseo de la Fama, como el Palacio Chino, que junto a negocios aledaños comenzaron el desalojo de una de las zonas más turísticas de la ciudad.
Al menos 210 bomberos han respondido con rapidez al siniestro, algunos incluso atacándolo desde el aire, según dijo la jefa del Departamento de Bomberos de Los Ángeles, Kristin Crowley.
Este nuevo fuego representa más trabajo para los cerca de 10.000 bomberos del condado de Los Ángeles se han visto superados por las llamas aupadas por los vientos de Santa Ana, que llegaron a tener velocidades máximas de 160 kilómetros por hora.
Las autoridades se vieron obligadas a ampliar la pasada noche las órdenes de evacuación para los residentes de las ciudades afectadas por el incendio Eaton, donde se contabilizaron los cinco muertos que hasta ahora han sido reportados. El alguacil del condado de Los Ángeles, Robert Luna, confirmó en conferencia de prensa el número de fallecidos. El presidente electo, Donald Trump, se apresuró a señalar a quien es, en su opinión, el responsable de esta catástrofe: el gobernador demócrata de California, Gavin Newsom. Recurriendo a su particular estilo grosero, se refirió al gobernador como Newscum (‘Nueva-Escoria’) en su propia red social, Truth Social. La rivalidad entre ambos, al parecer, viene de lejos. En 2019, siendo Trump presidente, el estado de California se negó a hacer un trasvase de aguas del norte hacia las explotaciones agrícolas del sur. Aquel proyecto amenazaba el medioambiente y la biodiversidad, según varios estudios científicos. Desde la oficina de prensa de Newsom se ha declarado que el gobernador está enfocado en proteger a las personas, no en jugar a la política.
El fuego alcanzó vías principales de la ciudad de Altadena consumiendo viviendas y comercios amenazando con llegar a la Autopista 210 que cruza de este a oeste el condado. Algunos residentes catalogaron el incendio como algo nunca visto, según dijeron. La frase, obviamente, se refiere a la virulencia del fenómeno en una zona desgraciadamente acostumbrada al fuego. California lleva varios años sufriendo megaincendios devastadores. Son los llamados incendios de sexta generación y algunos alcanzan dimensiones tan grandes que pueden arder durante meses antes de ser controlados.
En una situación similar a la de Altadena se encuentra la comunidad de Palisades, donde las llamas se extienden por toda la autopista de Pacific Coast hacia Malibu. El siniestro ha consumido a cientos de estructuras, incluidas edificios históricos y viviendas de estrellas de Hollywood. Bomberos que se encuentran lidiando con este fuego dijeron a EFE que el siniestro está cerca de ser uno de los peores que ha afectado la zona.
Los otros tres fuegos Hurst, Lidia y Woodley también mantienen en jaque a las autoridades amenazando desde una cárcel juvenil hasta refugios establecidos para recibir a los evacuados.
Cuerpos de bomberos de otros condados están llegando especialmente a la zonas de Eaton y Palisades para ayudar, y en los cielos de Los Ángeles se observan al menos seis aviones cisterna (conocidos como supertanker) para combatir los siniestros.
Los incendios también han afectado la calidad del aire del condado, que registró uno de sus peores días, lo que ha obligado a todas las escuelas del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles a permanecer cerradas el jueves y el viernes. También se han registrado apagones en el condado.
La Universidad de California (UCLA) emitió un comunicado en el que informaba que la primera semana de clases quedaba cancelada y destacaba que no había un peligro inmediato en el campus.
El gobernador Newsom anunció que se habían desplegado más de 7.500 bomberos y personal de emergencia para proteger a las comunidades de California afectadas por los siniestros. Por su parte, el presidente Joe Biden dijo que el Gobierno de Estados Unidos está preparado para hacer todo lo que sea necesario, siempre que sea necesario para contener los incendios forestales y ayudar a reconstruir el sur de California.
Pero sabemos que será un camino muy largo, agregó el mandatario estadounidense, que hoy aprobó una declaración de desastre para Los Ángeles, y ordenó asistencia federal para complementar los esfuerzos de respuesta en las áreas afectadas.
baf