El legislador afirmó que el combate a las drogas, como el fentanilo, debe de ser uno de los principales objetivos de todo gobierno.
De manera conjunta con todos los integrantes del GPPRI, firmó una reserva para que en lo relativo a los cigarrillos electrónicos, vapeadores, tabacos y análogos, sean regulados y no prohibidos, ya que esto no previene.
El diputado federal Arturo Yáñez afirmó que para el PRI las familias son importantes y por eso es fundamental prohibir para uso lúdico sustancias como el fentanilo y evitar su consumo por los jóvenes, ya que además del daño personal se generan consecuencias sociales que conviene más prevenir y evitar.
El legislador por el estado de Durango se pronunció porque el dictamen aprobado en materia de protección a la salud en la Cámara de Diputados, no quede solo como una reforma de ley, sino que permita la construcción de una política transversal que refleje el esfuerzo del Estado mexicano en favor de la población.
El político duranguense afirmó que el combate a las drogas, como el fentanilo, debe de ser uno de los principales objetivos de todo gobierno, por lo cual aseguró que con esta reforma se da un paso decisivo para hacer frente al problema de las drogas, que afecta a México y a los vecinos y socios comerciales de Estados Unidos y Canadá.
En entrevista, indicó que el consumo de esta droga se registra principalmente en los estados de Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Sinaloa y Sonora, Por esta razón llamó a fortalecer las políticas públicas, campañas de prevención antidrogas, penalidades en la comisión de estos delitos, así como generar oportunidades laborales y educativas para los jóvenes, a fin de mantenerlos alejados de las drogas.
Yáñez Cuéllar junto con sus compañeros de la bancada priista, también presentaron una reserva para que en lo relativo a los cigarrillos electrónicos, vapeadores, tabacos y análogos, sean regulados y no prohibidos.
Expusieron que la prohibición no previene el uso, sólo representa la oportunidad para la proliferación de estos productos en el mercado negro y sin los debidos controles que se requieren. La consecuencia, advirtieron, sería poner en riesgo a los cerca de cinco millones de mexicanas y de mexicanos que hoy en día los usan.
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