-DIP. PALOMA DOMÍNGUEZ- Con la venia de la presidencia. Compañeras y compañeros, lo que hoy vive México es una clara destrucción de contrapesos de nuestra democracia, misma que comenzó con la Reforma Judicial y que hoy pretenden continuar con la extinción de siete órganos constitucionales autónomos.
Todas ellas instituciones que han informado de manera puntual los avances y retrocesos de la administración pública, como recientemente hizo el CONEVAL, cuando en sus informes reportó que más de 64 millones de mexicanos no tienen acceso a seguridad social y que el número de mexicanos que no tienen acceso a servicios de salud creció de 20,1 millones a 50,4 millones.
Es evidente que estas observaciones no le gustan al poder, como tampoco le gusta que estos órganos autónomos fueron creados durante las administraciones del PRI y del PAN. Un ejemplo de ellos son el IFT y la COFECE, instituciones que a partir de la Reforma en Materia de Telecomunicaciones aprobada en el pasado gobierno priista, han regulado empresas de telefonía, televisión e internet y coadyuvado a que hoy se paguen tarifas justas.
Que molestar y preocuparse al poder, sin embargo, no es justificación para desaparecerlos, lo que sí debería preocuparse al oficialismo es la revisión al T-MEC que México tendrá que enfrentar en el 2026, pues la extinción de los órganos autónomos viola al menos siete capítulos del T-MEC. A dicha revisión vamos a llegar con debilidad institucional y falta de confianza ante nuestros socios comerciales.
Así pues, lo que hoy desaparecen es la autonomía de entes que por su propia naturaleza jurídica no deben estar subordinados al poder político. Sobre este particular, en una comunicación alertando sobre los riesgos de esta reforma, envió al gobierno de México el pasado 28 de agosto la relatora especial sobre el derecho de la privacidad y la relatora especial sobre la promoción y la protección del derecho a la libertad de opinión y de expresión de la ONU, advirtieron que la garantía efectiva de derechos, como lo son el acceso a la transparencia y la rendición de cuentas, se alcanza cuando el órgano responsable de garantizarlos se encuentra fuera de la esfera de influencia del poder político.
Sobre el INAI, señalan que atomizar este órgano autónomo para que sus funciones sean desempeñadas por instituciones dependientes del Estado, anularía el potencial que tiene como mecanismo de democratización del poder público y que la fragmentación de responsabilidades puede conducir a una falta de coherencia y eficacia en la aplicación de las leyes de protección de datos personales.
Finalmente, al ser órganos constituidos por ciudadanos apartidistas y expertos en los diferentes temas, resulta más que claro el objetivo que la mayoría oficialista persigue con esta reforma, eliminar cualquier independencia institucional y lo que es más grave, incluso de pensamiento.
No cabe duda de que aquella novela que escribió Orwell el siglo pasado, cada vez se asemeja más a la realidad del Estado orwelliano que hoy con su voto, ustedes diputados oficialistas están construyendo. Concluyo, presidente, a nosotros desde la oposición no nos queda más que seguir dejando aquí para la historia en el diario de los debates la postura que asumimos los patriotas ante el desmantelamiento y la regresión institucional.
La comunidad internacional está viendo y la historia juzgará y pondrá en su lugar a cada uno y cada una de nosotras por lo que hicimos cuando tuvimos la oportunidad de servirle a México, hoy desde esta tribuna me siento tranquila y con la firme convicción de estar haciendo. . . lo correcto.
baf