Por: Guillermo Calderón.
Solo es una reflexión que pretende impulsar el
mundo de las ideas, los valores y las actitudes.
Menuda cortina de humo la que aventaron en territorio mexiquense, después de que el auditor superior de la Federación informará de los hallazgos obtenidos a partir de sus revisiones al ejercicio fiscal 2021, en la Secretaría de Educación Pública Federal. Fue muy temprano para hacerlo. Sin embargo, para ser la primera, debió de haberse valorado cuidadosamente el efecto bumerán que suelen tener este tipo de recursos. Es probable que, por momentos de ansiedad, afloren las preocupaciones en alguna de las precampañas en proceso. Algún nervioso creativo se propuso hacerlo, posiblemente teniendo ante sus ojos un panorama que no ha dejado de ser una atmósfera brumosa y altamente complicada.
Con una especial dedicatoria, intentaron mantener demasiado ocupados a los medios de comunicación y bastante distraídos a los mexiquenses, hablando sobre este tema. Buen intento, dirán algunos, pero hace falta mucho más para descarrilar un proceso, al que se le puede dar la calidad de ejemplar, si se lo proponen las fuerzas políticas del Estado de México y compiten con seriedad y decencia política.
La Auditoria Superior de la Federación (ASF), únicamente concluyó una de las fases de las que se compone un proceso de auditoria; que consiste precisamente en informar sobre los hallazgos encontrados en sus revisiones al presupuesto federal. Al respecto, informó el auditor que, la mayor parte de esos recursos observados corresponden a Subsidios Federales de la SEP,
destinados a los Organismos Descentralizados Estatales, correspondientes al nivel de media superior y superior.
Bajo esa circunstancia, serán los funcionarios públicos que, se encontraban o se encuentran, fungiendo como titulares de aquellas dependencias quienes, en primera instancia, recaiga la obligación y la responsabilidad de responder a las observaciones. Habría que esperar, entonces, para ver cuántas de esas observaciones son solventadas desde los Estados de la República; ya que, algunos de esos organismos se encuentran bajo su control.
En particular, sería bueno saber cuáles y quienes, de esos organismos, cuyo control lo tiene el Estado de México, son responsables de responder por alguna o algunas de esas observaciones ventiladas; solo por aquello de la destinataria a la que iba dirigida la cortina de humo. Lamentablemente, esas aclaraciones no llegarán pronto, ya que son procesos administrativos que duran muchos meses antes de alcanzar un dictamen final.
Pues bien, con independencia del criterio que cada uno pueda tener, este intento de distracción, me parece que no es una de las preocupaciones prioritarias de los mexiquenses en general, como para que nos quede tiempo e interesarnos por lo que vaya a pasar en un futuro, con esas observaciones. Hay otras cosas verdaderamente más importantes. Por ejemplo, porque no empezamos a pedir explicaciones, antes de definir nuestro voto de ¿cómo y por qué?, es que, el Estado de México ocupa el deshonroso primer lugar a nivel nacional de rezago educativo, según el INEGI. Esta noticia, que proporcionó el diario La Jornada (Aura Moreno), arroja los siguientes datos. La franja de afectación
ya alcanza a 13.3 millones de jóvenes mexiquenses por arriba de 15 años con retraso educativo. Se trata del 24.5% de la población afectada por esta mórbida situación intelectual. La cuarta parte del total en el Estado.
Pero el rezago educativo no es una discusión huérfana que digamos. Se tendrían que discutir otros temas de los que, de igual forma, requeriríamos todas las explicaciones posibles. La exclusión que se da en el sistema educativo del Estado, por ejemplo. Que tal, los incentivos para que se produzca, casi de manera pandémica, la deserción escolar o bien, si comenzamos discutiendo sobre los niveles educativos que están por debajo de los mínimos necesarios. Son muchos, muchos los temas que resultarían interesante saber, porque son locales y nos interesaríamos por ellos inmediatamente.
Por eso no es bueno echar mano de esos instrumentos como propaganda electoral. Las cortinas de humo no abonan a una discusión seria sobre lo que realmente preocupa a los mexiquenses.
Se puede entender sobre algunos notables errores y carencias en ciertos equipos de campaña; también, reconocer que existen problemas para subir puntos en las encuestas y que el déficit ya es un obstáculo para captar la atención del electorado mexiquense. Pero, que se los coman las ansias para al final caer en la tentación de apoyarse en ese viejo recurso, no les ayuda en nada. Creo más bien, que estas acaban cegando a los mismos creativos que las proponen.
Esta primera cortina de humo debió de haber sido un auténtico tiro en el pie. La descalificación política envuelta dentro de una
cortina de humo es un disfraz que a muy pocos engaña, porque como dice el viejo adagio: Por el humo se conoce dónde está el fuego.
¡Vaya estrategia de campaña, es toda una novedad!
Ahora, mis preguntas finales, sobre el recurso de las cortinas de humo ¿Quién caminará dentro de una atmósfera brumosa y complicada? Además de la crisis, ¿Qué más se esconde tras esa cortina de humo? Nuestro voto ¿Será suficiente para apartar el humo que cubre nuestra realidad?
Hasta aquí con una más de: Mis preguntas finales, nos leemos en la próxima.
Guillermo Calderón Vega. Profesor Universitario, abogado, exfuncionario público, Experto en operación, negociación y concertación política. Twitter: @gmo_calderon / Facebook e Instagram: Guillermo Calderon Vega.
smr 10:18