De acuerdo con especialistas de la Universidad Estatal de Pensilvania, Estados Unidos, el calor que puede llegar a tolerar una persona depende de la temperatura y la humedad, ya que la mezcla de ambos factores puede tener efectos de consideración en el ser humano.
Gracias a un experimento realizado en el Laboratorio Noll de la Universidad Estatal de Pensilvania para experimentar el estrés por calor en un ambiente controlado, se comprobó que el cuerpo humano puede soportar una temperatura de 31 grados centígrados al 100% de humedad o 38 grados al 60% de humedad.
La combinación con la humedad, por la cual la temperatura central de la persona comienza a aumentar, se denomina “límite ambiental crítico”. Por debajo de esos límites, el cuerpo puede mantener una temperatura central relativamente estable a lo largo del tiempo.
Por encima de esos límites, la temperatura central aumenta continuamente y aumenta el riesgo de enfermedades relacionadas con el calor con exposiciones prolongadas.