El secretario general del Movimiento Antorchista Nacional, Aquiles Córdova Morán, señaló que los mexicanos enfrentan un severa cuesta de enero con factores negativos tales como los salarios históricamente bajos; pérdida de su valor adquisitivo ocasionado por la inflación más alta en 20 años; incremento del desempleo causado por la debilidad del mercado laboral y déficit de puestos de trabajo, un panorama que amenaza con prolongarse al menos por todo el resto del presente sexenio debido a factores internos en la mala gestión económica del presidente Andrés Manuel López Obrador.
En su primer mensaje de 2022, el líder social compartió a los mexicanos sus mejores deseos para este año que comienza, sin embargo, los llamó a organizarse y a luchar contra un panorama económico de crisis visible en la denominada cuesta de enero, cuando se da la conjunción de dos factores negativos, la acumulación de gastos y deudas en una cantidad mayor que la del resto del año; y por otro, una carencia de dinero, también especialmente aguda, que hace difícil cubrir diversos compromisos. Indicó que ahora es más adversa por la elevada inflación generalizada, es decir, el alza de los precios de todos los artículos, incluidos los de la canasta básica de las clases populares, presionados por la inflación desde diciembre pasado con 7.36%.
Explicó que la inflación o alza de los precios, se produce por un desequilibrio entre la cantidad de dinero que circula en manos de los compradores –llamado por los economistas como demanda efectiva o solvente- y la cantidad de mercancías que se ofrecen en el mercado (oferta). La inflación es, pues, “un desajuste entre la oferta y la demanda, que puede ocurrir solo para uno o unos pocos productos o para todos los que concurren al mercado. En este último caso, se habla de inflación generalizada” dijo.
Sostuvo que el primer y más sensible efecto de la inflación es que el dinero de la gente ya no alcanza para comprar lo que compraba antes y opta por productos más baratos y de menor calidad, aunque si es de la canasta alimenticia, cualquier opción implica un daño significativo: si se compra menos, las familias padecen hambre o si se compran alimentos baratos y de menor calidad, sufrirá desnutrición, obesidad, mal desarrollo mental y corporal de niños y jóvenes y, a la larga, mala salud y perpetuación de la pobreza familiar, por incapacidad de sus miembros para salir de ella, todo esto como resultado de que el dinero va perdiendo su valor a causa de la presión inflacionaria.
Puntualizó que esta perdida en la capacidad de compra afecta a los mexicanos, no así a los fabricantes de los productos, quienes no pierden pues el incremento en sus costos de producción debido a la inflación, no lo pagan con sus ganancias, sino que se lo cargan al consumidor, con lo que vuelven a empujar la inflación hacia arriba. Por este camino, dijo Córdova Morán, “la inflación acaba provocando más concentración de la riqueza en pocas manos, más desigualdad y más pobreza para las masas trabajadoras”. Afirmó, además, que las empresas están resintiendo el alza de precios de insumos clave en su producción, entre
las que mencionan el petróleo, el cobre y los costos del transporte, exceso que tarde o temprano trasladarán a los consumidores, con lo cual agravarán aún más la inflación.
De esta forma, el líder social cuestionó que el presidente López Obrador, quien ha celebrado aumentos en el salario mínimo, que se han evaporado con la inflación, apuntale una política económica que marche en sentido negativo a las clases populares, una vez que no apoyó a los pequeñas y medianas empresas, lo que causó el cierre definitivo de alrededor de dos millones de ellas. “La mortandad masiva de estas empresas, además, acelera la concentración de la riqueza en un número cada vez menor de grandes magnates e incrementa la desigualdad y la pobreza, debilita todavía más el mercado laboral, es decir la demanda de trabajadores”
Citando fuentes periodísticas, Córdova Morán dijo que “la inflación fue superior al incremento logrado por los obreros, razón por la cual el valor real de sus salarios disminuyó en vez de aumentar, aunque haya subido nominalmente”, a lo que se suma el desempleo creciente, a pesar de la recuperación de los trabajos formales. Explicó que en el afán de recuperar el empleo formal, el gobierno federal se olvidó del crecimiento natural de la población, que cada año genera alrededor de un millón 200 mil nuevos mexicanos que llegan a la edad de trabajar y que demandan un empleo, empleo que no existe porque nadie se ha ocupado de crearlo.
El líder social resaltó que esperar una rápida mejoría en el empleo y los salarios depende del crecimiento sostenido de la actividad económica, una suma de tres grandes componentes, el gasto del capital privado en bienes y servicios; gasto del sector público en los mismos conceptos e inversión, sin embargo, nada de esto ocurre en la actual gestión federal. “Las causas de esta huida de capitales son varias, pero destacan dos: la esperada elevación de la tasa de interés que paga la FED a los tenedores de bonos de EE. UU. y el clima de incertidumbre que se respira en México por la política tornadiza y caprichosa de López Obrador ante la empresa privada y sus respectivos convenios de inversión, sobre todo en el sector energético” indicó.
Además, la caída de la producción a 8.3% durante 2020 a causa de la pandemia, la mala gestión del presidente AMLO ante el mercado laboral que registra una débil demanda de fuerza laboral y la economía, que no ha podido igualar, y menos rebasar el nivel de actividad que tenía antes de la pandemia, permite concluir que “no hay esperanza de que los ingresos familiares recuperen su valor real mediante un incremento salarial, como sería apenas lo estrictamente justo” en un país que históricamente ha tenido los salarios más bajos de AL, por lo que es urgente formar una fuerza social organizada que luche contra esta adversa realidad económica que amenaza a los mexicanos.