El universo local esconde muchos misterios. Y uno de los que fascina a la astronomía moderna son los estallidos rápidos de radio (FRBs, por sus siglas en inglés) que viajan por el espacio, desde lugares remotos y desconocidos.
Se trata de pulsos altamente intensos de emisiones de radio que solo duran milésimas de segundo y que proceden de distancias muy lejanas. Encontrar estos estallidos es una tarea muy compleja y también lo es identificar qué fuente los emite. Hasta la fecha, solo se han detectado unos 600 FRBs y en muy pocas ocasiones los científicos pudieron descubrir de qué galaxia procedían.
Ahora, investigadores del Experimento Canadiense de Cartografía de la Intensidad del Hidrógeno (CHIME, por sus siglas en inglés), junto a expertos del Instituto de Astronomía de la UNAM y del INAOE, lograron identificar el origen del FBR repetitivo 20181030A, que fue reportado por primera vez en 2019.
Según el estudio, la fuente de esta ráfaga de radio se localiza en el supercúmulo local Laniakea, concretamente en la galaxia NGC 3252, ubicada a unos 65 millones de años luz.
Para hallar la procedencia del FRB, los científicos utilizaron el instrumento OSIRIS del Gran Telescopio Canarias (GTC). El primer paso era estudiar las coordenadas en las que se detectó el pulso intenso de radio, y después, observar los distintos objetos que se encontraban en la región de incertidumbre, y las distancias entre ellos.