La localidad de Todoque, al sur de la isla canaria de La Palma, ha amanecido este miércoles invadida por la lava del volcán Cumbre Vieja, que entró en erupción el pasado domingo y que en el avance de sus ríos de lava hacia el mar ya ha destruido más de 300 edificaciones y ha provocado el desalojo de más de 6.000 personas.
Todoque está siendo engullida por el fluido, que arrasa todo lo que encuentra a su paso a más de 1.000 grados centígrados de temperatura. Muchas casas de este núcleo urbano ya han desaparecido, mientras que todavía hay muchos vecinos que hacen cola y reúnen ayuda para salvar todo los enseres que puedan de unas viviendas de las que tienen que despedirse porque puede que no las vuelvan a ver.
Las coladas de lava continúan con su lenta marcha hacia el mar. Se esperaba que lo hubieran alcanzado este lunes por la tarde, cuando se observaba un avance a 700 metros por hora, pero desde la mañana del lunes ha ralentizado notablemente su progreso y lo que era una llegada inminente hacia las aguas atlánticas todavía no se ha producido.
Lo cierto es que Todoque se constituía como el último obstáculo urbano de la lava hasta la costa, una población de 1.300 habitantes que se encuentra abandonada salvo por los pobladores que todavía pueden acceder a sus propiedades a rescatar ropas, muebles y todo lo que pueda ser transportado en sus vehículos, en el fondo, lo imprescindible. Ya saben que la lava terminará de engullir las calles aún en pie pero desalojadas desde este martes.
Durante la mañana se ha podido observar una caravana de vehículos a la entrada de la población, la mayoría de ellos pequeños camiones y furgonetas, donde poder cargar el mayor número de enseres. Los vecinos quieren comprobar el estado de sus casas y recoger a los animales, que tuvieron que dejar allí durante el desalojo. Cada uno tendrá 15 minutos para salvar una parte de su vida.
La pasada noche fueron los bomberos quienes utilizaron tres vehículos ligeros y un camión para acompañar y asistir a vecinos de unas cincuenta viviendas para que recogieran sus bienes.
Los bomberos han estado trabajando durante la noche y el día de hoy para tratar de desviar el curso de la lava hacia un barranco e intentar así salvar el máximo número de viviendas posibles.