España cuenta en la actualidad con más de seis millones de dosis de vacunas contra el coronavirus almacenadas y sin administrar y se teme que una parte de ellas estén caducadas o a punto de caducar.
El motivo es que el ritmo de vacunación ha bajado sensiblemente en los últimos dos meses. Si bien el país ha sido un referente a nivel mundial por su campaña de vacunación, que ya alcanza al 75,2 % de la población con la pauta completa, la cadencia cayó con la llegada del verano y las vacaciones. Se calcula que en la actualidad hay un agujero de alrededor de 3 millones de personas entre 20 y 50 años que aún no están inmunizadas.
La consecuencia es que varios lotes de vacunas podrían desperdiciarse. La única Comunidad Autónoma que ha admitido la situación, aunque sin dar datos concretos, ha sido Cataluña, que tiene una reserva de 1,1 millones de dosis aún sin administrar.
Las autoridades regionales preveían que en septiembre, con la vuelta al trabajo, aumentaría de nuevo la demanda. Pero no fue así, o no en la medida esperada, y los viales que no se administren en 31 días desde el momento de su descongelación deberán ser desechados. El departamento de Salud catalán ha pasado de administrar más de 725.000 dosis semanales en julio a tan solo 123.000 en septiembre, una cadencia que no era la esperada. De hecho, han solicitado a Pfizer que se retrase el envío previsto para esta semana para no acumular tanto stock.