Antes de un partido de la selección española en Estocolmo, con Telmo Zarra como estrella, un cartel promocional del partido relataba sobre el delantero: “Admiren la mejor cabeza de Europa después de Churchill”. Esta noche, Thuram se vistió del vasco para, de momento, ser el mejor rematador de esta Champions. Dos testarazos suyos fueron suficiente para poner el primer triunfo del Inter en esta edición ante un Ajax que pudo ir por delante en el marcador, pero Godts perdonó en un mano a mano. O más bien, Sommer volvió a hacer de las suyas.
Thuram es más que suficiente sin Lautaro
Era un duelo entre dos históricos del Viejo Continente. El primer encuentro entre ambos fue toda una final de la Copa de Europa en 1972. El choque de esa noche finalizó con el mismo resultado de hoy, pero en aquella ocasión el doblete lo puso Cruyff para conquistar la segunda ‘Orejona’ en la historia del Ajax (lograron tres consecutivas). Esta vez le tocó ser protagonista a Thuram, que sumó dos tantos en dos cabezazos muy similares procedentes de dos saques de esquina milimétricos de Çalhanoglu. Chivu agradece cada día que el turco se quedara este verano.
No fue un ‘Cruyffismo’ contra ‘Catenaccio’ como hubiera sido hace unas décadas, pero el Ajax arrancó dominando la posesión. Fue la única batalla que se llevó en la primera mitad, pues los italianos se fueron al descanso por delante en el marcador. Y eso que rozaron el gol. Godts recibió en el centro del campo completamente sólo. Voló hacia la meta de Sommer, pero se le hizo de noche. El suizo se hizo un gigante bajo palos y paró el mano a mano ante la incredulidad del Johan Cruyff Arena.
Godts perdona y Thuram castiga
En Champions no se puede perdonar y el Inter, cuyo último partido en Europa había sido todo un revés del PSG en la final (5-0), se lo deostró rápidamente. Thuram, protagonista indiscutible de la noche, remató con un testarazo un saque de esquina medido de Çalhanoglu. Imparable para Jaros, que vio muy de cerca la gran polémica de los primeros 45 minutos, de nuevo con Thuram en el punto de mira.
El galo cayó en el área por un agarrón de Baas. El colegiado señaló los 11 metros, pero el VAR actuó, el árbitro revisó la acción y anuló su decisión. El francés había agarrado mucho antes al propio central, al que también se le quitó la cartulina amarilla. Gran actuación de la tecnología. También hay que tener en cuenta cuando acierta.
GD