Todavía con la resaca que dejó la fiesta que se vivió en el Cilindro de Avellaneda, tras conseguir la clasificación a la final de la Copa Sudamericana, Racing recibió a Instituto de Córdoba con la misión de no ceder terreno en el ámbito doméstico, dado que la Tabla Anual exigía una nueva victoria.
Si bien Gustavo Costas presentó un equipo alternativo, con Santi Sosa como único titular en la Academia, los nombres que aparecieron en el once albiceleste imponían respeto.
Antes de que el cronómetro de Darío Herrera alcanzara los 10 minutos, Nazareno Colombo sorprendió a propios y extraños con un oportuno corte en su campo; y un avance impensado hacia el ataque. El defensor se apoderó de la pelota y se asoció con Johan Carbonero, quien llegó hasta el fondo y envió un centro venenoso que volvió a encontrar al ex Defensa y Justicia.
Fue cuando el central dominó en la puerta del área grande y resolvió con una categoría impensada con una definición de emboquillada que dejó sin posibilidades a Manuel Roffo. Golazo.