ESPEJO ROTO Informes de Gobierno: incipientes ejercicios de rendición de cuentas

Por: Rosmi Bonilla

Mtra. en Gobierno y Asuntos Públicos

Especialista en Comunicación Publica

Ante la falta de verdaderos ejercicios de rendición de cuentas, los informes de gobierno se han convertido en la única oportunidad que tenemos los ciudadanos para conocer las acciones integrales y en conjunto que realizan quienes administran nuestros recursos.

Sin embargo, aunque los documentos que se publican cuentan con información amplia (aunque no suficiente); durante el acto, la cosa se circunscribe a un mensaje corto en contenido y político en su mayoría siendo la ciudadanía la última invitada pues los espacios se llenan con personalidades de la esfera política y funcionarios de la administración en turno.

Así, la falta de tiempo para explicar e informar a detalle cada una de estas acciones así como la ausencia de diálogo con la ciudadanía durante estos eventos, nos permiten afirmar que, más que un ejercicio de rendición de cuentas, se trata del “día del alcalde, diputado o gobernador”. Partiendo de esta idea, entendemos que el centro de los informes de gobierno es el funcionario que los rinde y no la ciudadanía a la que debería dirigirse.

Por otro lado, el andamiaje legal sin sincronía genera otro gran vacío. ¿En función a qué se mide el avance de una administración? Se pensaría que en función a su Plan de Desarrollo; sin embargo, los tiempos para su creación y publicación roban casi 6 meses del primer año de administración.

Además, con todo y que está en la Ley, solo 54 de los 112 ayuntamientos y el Concejo Mayor de Cherán publicaron en el Periódico Oficial del Estado su Plan Municipal de Desarrollo destacando en su omisión municipios “grandes” como Apatzingán, Uruapan, Lázaro Cárdenas y Zitácuaro, por mencionar algunos1.

Los Planes de Desarrollo Municipal (y también el estatal y el nacional) deben alinearse a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible que plantea la ONU y al o a los Planes de Desarrollo estatal y federal aunque el origen político de las administraciones sea distinto. Así, el antecedente que encontramos sobre el desarrollo municipal lo presentó en 2018 el Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal con el análisis de 270 indicadores de planeación, servicios públicos, seguridad pública, fortalecimiento institucional, desarrollo económico, desarrollo social y desarrollo ambiental.

Si bien, este documento daba seguimiento al Plan de Desarrollo Nacional del entonces Presidente Enrique Peña Nieto es un documento con indicadores interesantes que bien podrían rescatarse para planear (desde el ayuntamiento) y medir y evaluar (desde la ciudadanía) los retos y metas del desarrollo local.

También hay que recordarles a los alcaldes que, si bien sus informes deberían ir mostrando los avances en cuanto a su Plan Municipal de Desarrollo, también hay otros organismos que van dando seguimiento, como es el caso del Fondo de Población de Naciones Unidas que presenta, año con año, el Índice de Desarrollo Humano Municipal con indicadores de INEGI, CONEVAL, IMCO y, por supuesto, el Secretariado Ejecutivo del Consejo Nacional de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible del Gobierno Federal, así como instituciones académicas del tamaño del CIDE o la UNAM.

Sin embargo, lo más importante sigue siendo poner al ciudadano como el centro de las políticas públicas y la rendición de cuentas y abrir los espacios para el diálogo. Por ejemplo ¿Sabe usted por qué los jardines de Morelia se riegan a medio día, generando caos víal y que las plantas no aprovechen al máximo el agua? ¿Sabe usted en función a qué se reparan algunas calles y otras no? ¿Sabe usted por qué la recolección de basura del ayuntamiento cubre algunas zonas y otras no? Yo tampoco y me hubiera gustado preguntarlo en el marco del Informe de Gobierno Municipal.

smr

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