A unos días de que comience el corte de la flor que adorna cementerios, plazas y altares en Michoacán, la flor de cempasúchil ha cobrado fuerza en los campos del municipio de Tarímbaro. Pese a la lluvia que cayó este año, el crecimiento da esperanza a los ejidatarios y campesinos que temporada tras temporada siembran la emblemática flor naranja.
En la población denominada ‘El Colegio’, la siembra del cempasúchil, nube y manita de león, comenzó desde junio.
El cempasúchil se lleva menos tiempo en su desarrollo, en tres meses puede alcanzar una altura promedio de metro y medio, mientras que la nube en dos meses florea lo suficiente para usarse de follaje, esta última flor es la más afectada en esta temporada, su desarrollo ha sido mínimo por la cantidad de agua que cayó en la zona.
El ejido está compuesto de al menos 25 dueños, quienes rentan o siembran la tierra. La gran mayoría de quienes habitan en su comunidad, se dedican a la albañilería. Pocos en sí, son los que de sol a sol atienden las actividades del campo, los que año tras año colorean las praderas esperando la festividad del día de muertos, relata.