Por: Guillermo Calderón.
Solo es una reflexión que pretende impulsar él
mundo de las ideas, los valores y las actitudes.
El Estado de México, pronto entrará a la madre de todas las competencias electorales y no aparece el capitán del equipo, solo un grupo de excursionistas jugando a hacer política, en camino a su destino favorito: el poder. Ellos, hace tiempo, olvidaron como “Hacer Política”.
Los partidos políticos que entran al juego político mexiquense cargan sus propias crisis. Unos serán más responsables que otros al momento de resolverlas.
En cualquier caso, deseamos encontrarnos con personalidades de tamaño intelectual suficiente (honesto, preparado, inteligente, etc.) con la capacidad de anteponer los intereses de todo un Estado antes que los suyos.
Ojalá sea así, porque necesitamos líderes que sepan abordar en primera persona los grandes e importantes problemas de los mexiquenses.
Pero, en las redes sociales existe una práctica compulsiva, las autofotos de la clase política mexiquense, llamadas selfis o reels, si son pequeños videos en Instagram.
Intentan normalizar a la fotografía y la imagen de una persona para sustituirlas por conversación y discusión política y con ella, se diga más de lo que pueden decir ellos mismos, supuestamente.
Es común que se aprovechen los grandes y espectaculares sets de producción -los eventos de gobierno- para hacer un pequeño video o tomarse su selfi, compartirlas, subirlas a las redes sociales y esperar conseguir muchos “likes”
Ya saben cómo es eso, se colocan con su postura favorita, al frente de las personas que recibirán una tarjeta, una despensa, un certificado o una escritura; insisto, al frente de las personas, no a lado, no en medio ni entre ellas, porque hay niveles.
Ese incontrolable deseo por auto fotografiarse, solo refleja un bajo nivel de confianza y una empatía social reprobada, sobre todo, deja ver una gran necesidad por encajar en una sociedad que no los mira bien.
No se entiende que el país sufre de grandes incertidumbres y menos se quiere ver que nuestra identidad mexiquense se ha ido a estrellar con nuestra realidad llena de crisis.
Es necesaria y urgente una profunda discusión sobre nuestros problemas y la contraposición de proyectos -abierta y clara- lejos de los mensajes cifrados o escondidos en una imagen.
En cambio, quienes dicen tener la solución, esperan se colapse la conversación y la confrontación de ideas, tal cual, se tuviera la intención de acabar con la utilidad de la política para dejarla en el ámbito de las obviedades; las obviedades que van escritas a pie de cada selfi que se toman.
El modelaje fotográfico político tiene tiempo que se le señala como una estrategia de campaña política. Lo advierte bien mi amigo Jorge Sandoval, un extraordinario fotógrafo profesional: “una buena foto a lo mejor no te hace ganar una elección, pero una mala foto sí que, te hace perderla”
Eso está, perfectamente claro, pero el electorado mexiquense no otorga confianzas a cambio de apariencias, ni legitimidad, aun en medio de miles de selfis.
La crisis de la política, que ahora vivimos, está más relacionada con su nueva (des) valoración -abuso, traición, simulación, por ejemplo- que, con la desviación de su propósito más elemental; consistente en resolver nuestros conflictos democráticamente. Ya son muchos los espacios en donde la política no actúa.
Son más las distracciones, el capitán del equipo no muestra interés por aparecer dentro de la cancha, las presiones aumentan, las selfis también. Los argumentos son las autofotos, los “likes” las razones y se cierra el paso al debate. El agotamiento político se evidencia, es simplemente, la crisis perfecta.
Pero, nada queda a la deriva, todo se aprovecha. La sociedad prefiere rebasar antes que esperar, la escuchen. Las fuerzas políticas se reacomodan, se ocupan los espacios vacíos, algunos medios de comunicación asumen la posición de actores políticos y todos; absolutamente todos empujan hacia nuevos derroteros.
Ahora Mis preguntas finales sobre la adicción a las selfis ¿Alguien acudirá a un terapeuta especialista en déficit de atención? ¿De verdad, están convencidos de que, con las apariencias, les resultaran votos? ¿Quién les dijo que una selfi es el mejor antídoto contra la apatía y la indiferencia?
Hasta aquí con una más de: Mis preguntas finales, nos leemos en la próxima.
Guillermo Calderón Vega. Profesor Universitario, abogado, exfuncionario público, Experto en operación, negociación y concertación política. Twitter: @gmo_calderon / Facebook e Instagram: Guillermo Calderon Vega.
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