Aviones de combate, artillería y tanques israelíes bombardearon ayer zonas al sur de Jan Yunis, la segunda ciudad más grande de la franja de Gaza, a pesar del alto el fuego en curso, informó Al Jazeera.
Residentes indicaron que las fuerzas israelíes continúan con la demolición de edificios residenciales en el campo de refugiados de Bureij, en el centro de Gaza, y al norte de la ciudad, al tiempo que se observaban drones lanzando granadas.
El mando militar de Estados Unidos para Oriente Medio (Centcom) anunció en su cuenta de X que el centro de coordinación militar-civil, encargado de supervisar el alto el fuego y preparar la transición en Gaza, “observó a presuntos operadores de Hamas saqueando un camión de ayuda”, el cual formaba parte de un convoy humanitario destinado al norte de Jan Yunis.
El movimiento islamita “continúa privando al pueblo de Gaza de la ayuda humanitaria que necesita desesperadamente”, reaccionó en redes sociales Marco Rubio, secretario de Estado de Estados Unidos.
Añadió que “este robo socava los esfuerzos internacionales en apoyo del plan de 20 puntos del presidente Donald Trump para brindar asistencia crucial a civiles inocentes”.
Cuerpos entregados no son de rehenes, dice Israel
El ejército israelí indicó que los tres cuerpos recibidos antier no corresponden a los de ningún rehén capturado por Hamas; a su vez, la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prófugo de la Corte Penal Internacional, confirmó la información.
Las Brigadas Ezedin al Qasam, brazo armado de la organización islamita, explicaron en un comunicado que propusieron entregar a Tel Aviv “tres muestras de un cierto número de restos no identificados”, sin embargo, “el enemigo se negó (…) y exigió los cadáveres para examinarlos”, agregó. “Entregamos los cuerpos para detener los reclamos de Israel”, agregó el ala militar.
Prevalece la inseguridad y aumentan los muertos
Tras una semana de ataques, la población del enclave palestino “no se siente segura” y pierde la fe en el cese al fuego. Sumaya Dalul, de 27 años relató que “la vida no tiene sentido” porque “no tenemos dinero, ni trabajo, ni comida, ni agua, ni electricidad, ni Internet”, en tanto que el número de muertos desde el inicio de la tregua el 11 de octubre subió a 266 personas.
El médico Hussain Abu Munir dijo que siente gran inquietud sobre el alto el fuego. “No nos encontramos con ningún ataque directo en nuestro camino (en autobús hasta su trabajo), pero la verdad es que nadie puede garantizar nuestra seguridad”, manifestó a The Guardian.
Ikram Nasserm, profesora de inglés, apuntó que el cese el fuego es hasta ahora una decepción y que los niños en Gaza han retrocedido en materia de convivencia a medida que sus principios sociales (el juego y el aprendizaje) fueron eliminados por la supervivencia.
Una actualización del ministerio de Salud del enclave palestino confirmó que al menos cinco palestinos murieron por fuego israelí en las últimas 24 horas, con lo que suman 68 mil 858 muertos y 170 mil 664 heridos desde el 7 de octubre de 2023.
Jordania rechaza participar en operaciones militares
El vocero del gobierno de Jordania, Mohammad Momani, reiteró que su país no participará en ninguna operación militar en la franja de Gaza, y reafirmó su papel estrictamente humanitario y diplomático en apoyo a los esfuerzos del cese el fuego y reconstrucción del enclave costero devastado por la guerra.
El ministro de Comunicaciones agregó que este enfoque “se alinea con la postura histórica de promover la estabilidad y rechazar la escalada”. Subrayó que la fortaleza del país reside en su capacidad de coordinación internacional y en su credibilidad como mediador.
Por su parte, Alemania pidió un mandato legal claro para el despliegue de fuerzas internacionales en Gaza, al tiempo que el canciller de Turquía, Hakan Fidan, se reunió en Estambul con miembros del movimiento de resistencia islámica para tratar el alto el fuego en la franja y la situación de la ayuda humanitaria.
GD
