La fecha estaba fijada desde hacía tiempo, pero ahora era una buena oportunidad para demostrar la determinación de los Estados europeos de la OTAN, tras el ingreso de drones rusos al espacio aéreo polaco. El viernes 12 de septiembre de 2025, el inspector general de la Bundeswehr , Carsten Breuer, visitó la maniobra militar “Quadriga” en Lituania, donde habló con franqueza: “La reciente violación del espacio aéreo polaco por parte de Rusia ha demostrado una vez más la importancia de nuestro compromiso. Nuestra contribución a la defensa del flanco oriental de la OTAN es de fiar: estamos listos para proteger cada centímetro del territorio de la OTAN”.
Cuatro en lugar de dos aviones de combate alemanes para Polonia
Al mismo tiempo, el Gobierno alemán en Berlín no se conformó con decir palabras contundentes, sino que desde el jueves 11 de septiembre por la noche, Alemania aportó cuatro aviones de combate Eurofighter en vez de dos para vigilar y defender el espacio aéreo de la OTAN en el este de Polonia, en la frontera con Ucrania.
Aunque las reacciones iniciales a la violación del espacio áereo de los drones rusos fueron bastante cautelosas, ya que no estaba claro si fue un acto intencionado o no, el canciller Friedrich Merz (CDU) se mostró rotundo esa misma noche: “Rusia ha puesto en peligro vidas humanas en Polonia. En un país miembro de la OTAN y de la Unión Europea. Esta acción completamente imprudente del Gobierno ruso forma parte de una larga cadena de provocaciones que llevamos meses observando en la región del mar Báltico y en el flanco oriental de la OTAN”.
Esta actitud tampoco cambió después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, cuestionara públicamente si quizá se trató de un descuido ruso. El viernes, el portavoz del Gobierno alemán, Stefan Kornelius, declaró en Berlín: “El Gobierno alemán y la OTAN no tienen actualmente ninguna duda sobre el origen de los drones. Es decir, de Rusia. También creo que la cantidad de drones indica que no se trata de misiles extraviados accidentalmente”.
Sin embargo, en los círculos políticos de Berlín se percibe que el Gobierno alemán, junto con otros países de la OTAN, intenta no echar leña al fuego. El Ministerio de Defensa se apresuró a asegurar que la maniobra “Quadriga”, por ejemplo, nunca debe considerarse una respuesta a las maniobras a gran escala que se llevan a cabo en paralelo entre Rusia y Bielorrusia desde el 12 de septiembre.
El portavoz del Gobierno alemán también reaccionó con cautela a los informes de que Alemania y sus socios de la UE están considerando imponer condiciones más estrictas para la emisión de visados Schengen a ciudadanos rusos: “El decimonoveno paquete de sanciones se está negociando actualmente. Está en fase de preparación. Circulan muchas ideas. Algunas acertadas y otras erróneas. Prefiero esperar a que se complete el proceso antes de poder confirmarlo o desmentirlo”.
Los Verdes, partido de la oposición, cree que Alemania podría actuar con mayor contundencia, por ejemplo, en lo que respecta al envío de armas a Ucrania. El presidente ruso, Vladimir Putin, según declaró a DW el diputado verde Anton Hofreiter, parece sentirse lo suficientemente seguro como para provocar abiertamente a la OTAN: “Eso es simplemente el resultado de la constante debilidad de los europeos. Esto incluye sanciones, que Merz anuncia repetidamente y luego nunca se materializan, y envíos de armas a Ucrania que luego nunca se materializan. Esto lleva a Rusia a creer que puede permitirse cada vez más libertades”.
Este viernes (12.09.2025) Alemania siguió el ejemplo de Francia y convocó al embajador ruso en Berlín en el Ministerio de Asuntos Exteriores en relación con el incidente de los drones. Las acciones del presidente ruso fueron “peligrosas e inaceptables”, según el comunicado.
JZ