David Alejandro Delgado Arroyo
Faltan pocos días para el 1 de junio; en que hemos sido convocados por el poder reformador de la constitución (Poderes Legislativo federal y de las entidades federativas) a una cita ciudadana para ejercer el derecho y obligación del sufragio.
El Instituto Nacional Electoral se encuentra listo para servir la mesa que se ha encomendado, con el propósito de que la ciudadanía decida la forma cómo deben integrarse los cargos titulares de los órganos judiciales de la federación y del Estado de Michoacán.
No soy omiso en reconocer que es una disposición constitucional que no ha sido ajena a la polémica y a diferentes puntos de vista; pero al igual que en una Jornada Electoral para renovar cargos Ejecutivos y Legislativos, invito a que la ciudadanía salga a ejercer ese derecho, puesto que el esfuerzo organizativo y presupuestal lo vale.
Hay 11 boletas disponibles para cada una de las 3 millones 799 mil 81 personas electoras en el Estado de Michoacán, más las 1,000 por cada elección para las 19 casillas especiales.
Por lo que se han recibido, 23 millones, 41 mil 2 boletas federales, mismas que se han contado, sellado y agrupado por cada casilla, al igual que el resto del material y documentación necesarios para la instalación de 3,121 mesas directivas de casilla seccionales únicas que recibirán la votación no solamente de estas boletas federales, sino también de las 5 boletas locales de la elección judicial.
Para recibir esta votación el INE en Michoacán ha contratado a 133 personas Supervisoras Electorales y a 802 capacitadores asistentes electorales, que han realizado un extraordinario trabajo de campo para integrar las 3,121 casillas con 30,137 personas funcionarias de casilla y a la fecha, solo faltan por integrar y capacitar a 3 personas suplentes. Muchas gracias a la ciudadanía participante.
Inclusive del 12 al 21 de mayo ya votaron en Michoacán 160 personas que solicitaron su inclusión para votar de forma anticipada y a distancia, tanto para quienes tiene una dificultad de movilidad, como a quienes les cuidan.
El INE ha dotado a la ciudadanía de un micrositio en Internet cuyas siglas CPU son similares al cerebro de un ordenador, pero para este caso, es el cerebro de la elección judicial: “Conóceles, Práctica y Ubica”.
“Conóceles” que permite disponer de información de más del 98% de las candidatas y candidatos federales; “Práctica” que es un sistema digital que te permite conocer las boletas y prácticas los números que podrías anotar en cada una de las boletas, finalmente “Ubica”, que permite localizar el lugar de la casilla que a cada persona ciudadana nos corresponde para ejercer el derecho a sufragar.
La libertad del sufragio significa que cada persona ciudadana tiene el derecho de elegir en libertad los números de su preferencia correspondiente a los votos que podrá emitir en cada boleta tanto por candidatas como candidatos; pero también significa que la persona ciudadana tiene la libertad de decidir la forma de utilizar sus boletas.
La mejor manera de valorar esta convocatoria a la que nos llamó el Poder Reformador de la Constitución es conociendo este novedoso ejercicio, único en el mundo, que nos coloca a la ciudadanía en el límite máximo del ejercicio de decisión de los cargos públicos judiciales.
La responsabilidad no es menor, puesto que se nos pondrá sobre la mesa de votación las decisiones, de quienes serán las y los que resuelvan sobre los conflictos judiciales que tengamos, ya sean civiles, penales, mercantiles, laborales, electorales, entre otros; así como sobre quienes pueden ampararnos contra decisiones de autoridad que puedan ser que vulneren derechos humanos.
Inclusive tendremos en nuestras manos, con los números que anotemos, el poder de la decisión de quienes resolverán las controversias de constitucionalidad y las acciones de constitucionalidad, que convierten al órgano juzgador en un árbitro entre poderes.
Hay que estudiar nuestros votos en cada boleta, o inclusive utilizarlas para mandar un mensaje. Estoy convencido de que entre más ciudadanía salga a votar, mayor será la visibilidad de las posturas ciudadanas.
baf