Telescopio James Webb capta auroras de Neptuno

Los científicos han estudiado las auroras en Saturno y Júpiter durante décadas, pero Neptuno, el planeta más alejado del sol, ha sido más difícil de observar de cerca.

“Neptuno siempre ha sido esquivo”, dijo James O’Donoghue, científico planetario de la Universidad de Reading y coautor del nuevo estudio. Sus auroras “sólo habían sido vistas por el Voyager, y desde entonces habíamos tratado de verlas de nuevo”.

Ahora, el Telescopio Espacial James Webb de la NASA logró captar las resplandecientes auroras de Neptuno con el mayor detalle hasta la fecha, produciendo “la primera detección sólida”.

Las auroras ocurren cuando partículas con carga eléctrica del espacio entran y chocan con moléculas en la atmósfera, creando una serie de reacciones que emiten luz. En la Tierra, las auroras suelen presentarse cerca de las regiones polares, produciendo espectaculares luces del norte y del sur.

A la izquierda se muestra una imagen de Neptuno en color mejorado, obtenida por el Telescopio Espacial Hubble de la NASA. A la derecha, esta imagen se combina con datos del Telescopio Espacial James Webb de la NASA. Las manchas cian, que representan la actividad auroral, y las nubes blancas son datos del Espectrógrafo de Infrarrojo Cercano (NIRSpec) del Telescopio Webb, superpuestos a la imagen completa del planeta obtenida por la Cámara de Campo Amplio 3 del Hubble.

Según explicó O’Donoghue, las auroras de Neptuno ocurren cerca de las latitudes medias del planeta, en lugar de las regiones polares como en la Tierra, debido a las diferencias en su campo magnético. Los indicios de las auroras sólo se habían captado por primera vez en luz ultravioleta durante un sobrevuelo de la sonda espacial Voyager 2 en 1989.

La NASA difundió las imágenes este miércoles, y los resultados fueron publicados en la revista Nature Astronomy.  El telescopio James Webb capturó las centelleantes luces de Neptuno en luz infrarroja, proporcionando evidencia directa de su existencia.

“Resulta que obtener imágenes reales de la actividad auroral en Neptuno solo fue posible gracias a la sensibilidad del Webb en el infrarrojo cercano. Fue impresionante no solo ver las auroras, sino también el detalle y la claridad de la señal que las caracterizan”, afirmó Henrik Melin, autor principal de la Universidad de Northumbria, quien dirigió la investigación en la Universidad de Leicester.

Los investigadores también descubrieron que la atmósfera de Neptuno se ha enfriado significativamente desde la década de 1980, lo que puede haber atenuado un poco la luz de las auroras.

baf

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