El crucero Explorer of the Seas, de Royal Caribbean, vivió un episodio de pánico cuando, al cruzar cerca de Tenerife en su ruta de Barcelona a Miami, fue sorprendido por una tormenta con vientos huracanados que alcanzaron los 138 kilómetros por hora. Este fenómeno inclinó la embarcación hasta 45 grados, causando momentos de terror entre los más de 5 mil pasajeros a bordo.
Jonathan Parrish, uno de los pasajeros, relató que estaba viendo un espectáculo en el teatro del barco cuando el buque hizo un viraje brusco. “El espectáculo se detuvo, y al salir, vimos botellas y mercancías desparramadas por el suelo. Fue aterrador”, comentó.
Otros testigos describieron cómo muebles, vasos y hasta un piano de cola se deslizaron por el suelo mientras los pasajeros gritaban. Simon Goodenough recordó que, al principio, algunos pensaron que se trataba de efectos especiales hasta que vieron la reacción del personal.
El caos fue captado en videos difundidos en redes sociales, donde se observan objetos cayendo y pasajeros buscando resguardarse. Algunos incluso enviaron mensajes de despedida temiendo lo peor.
Tras la tormenta, el capitán instruyó a los pasajeros a regresar a sus camarotes mientras la tripulación activaba los protocolos de seguridad. Un pasajero herido requirió atención médica, lo que obligó a una escala de emergencia en el Puerto de la Luz y de Las Palmas, en Gran Canaria.
Royal Caribbean informó que se realizaron inspecciones para evaluar los daños y asegurar la seguridad del barco antes de reanudar su trayecto hacia Miami. Aunque el crucero retomó su ruta tres días después, algunos pasajeros optaron por no continuar y volaron directamente a su destino.
El incidente, ocurrido durante un viaje de 12 noches, marca un episodio inusual en la operación de cruceros, que generalmente cuentan con estrictos protocolos de seguridad para afrontar emergencias.
baf