Pese a las amenazas de sanciones y descuentos a las dietas para que las sesiones en la Cámara de Diputados fueran presenciales, ayer a las 11:29 horas inició el pleno con la presencia de sólo 297 legisladores, de un total de 500, es decir, estaban ausentes 203.
Los diputados se resistieron a atender el llamado que hicieron en días pasados la presidenta de la Mesa Directiva, Kenia López Rabadán, y el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), Ricardo Monreal Ávila, para que acudan al recinto de San Lázaro y cumplan con sus labores legislativas.
“Yo quiero decir que es necesario hacer un reconocimiento a los que están. En términos reales, esta sesión es presencial, es una sesión en la que cada legis- lador que pasó lista le está diciendo a su electorado: ‘Aquí estoy para trabajar, para construir, para mejorar las condiciones de los mexicanos’”, aseveró la presidenta de la Mesa Directiva.
López Rabadán señaló que es necesario eliminar las sesiones semipresenciales que fueron impuestas para proteger a los legisladores y a todos los que asistían a las sesiones mientras duró la pandemia por Covid-19, pero al declararse terminada la contingencia, se debe regresar a la normalidad.
“Es claro que las inercias después de la pandemia se tienen que cambiar y se tienen que modificar, yo lo digo claramente: es para prestigiar a la Cámara [de Diputados], no es en contra de nadie, no es por querer complicar la agenda de nadie, es porque para eso nos pagan, para venir a trabajar”, insistió la legisladora.
Las llamadas de atención a los legisladores fueron provocadas por las faltas constantes de varios diputados en sesiones de pleno o en reuniones de trabajo de comisiones, las cuales seguían vía internet mientras jugaban pádel como ocurrió con el diputado Cuauhtémoc Blanco el pasado 22 de octubre, o realizaban otras actividades distintas al quehacer legislativo.
Por ejemplo, el pasado 24 de octubre sesionó la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados, y de 58 legisladores que la integran, sólo acudió de manera presencial el diputado Reginaldo Sandoval, quien habló ante un salón vacío, y 45 legisladores siguieron la sesión vía remota.
Dos días después, el 26 de octubre, el coordinador de Morena, Monreal, hizo un llamado a los legisladores para que acudan a las sesiones de la Cámara de Diputados ante las inasistencias masivas.
“Tenemos que hacer un esfuerzo, cada uno, para cumplir con nuestra responsabilidad. Sí tenemos que exigir que haya presencia en comisiones y en el pleno de diputados, finalmente esa es nuestra responsabilidad”, subrayó tajante.
Sin embargo, el 28 de octubre, los diputados de su bancada Morena se inconformaron con que se vuelva a la normalidad y se realicen las sesiones de manera presencial y exigieron a su coordinador, Ricardo Monreal Ávila, hacer valer su mayoría, su fuerza, para regresar a las sesiones semipresenciales para poder legislar a distancia, porque tienen “mucho trabajo” en sus distritos, y les es más fácil la modalidad a distancia, argumentaron.
En respuesta, Monreal les recordó que las exigencias para regresar a la presencialidad surgieron cuando legisladores de Morena comenzaron a faltar en demasía, y provocaron escándalos por sesionar desde lugares como bares, aeropuertos, playas o jugando Pádel como Cuauhtémoc Blanco. El comentario provocó miradas de desaprobación contra el diputado Blanco, quien estaba en la reunión.
“Lo siento compañeros, pero este es un acuerdo de la Jucopo y ya no se puede cambiar, ni modo, ustedes solitos se hicieron el harakiri”, respondió categórico Monreal Ávila.
JZ
