Angelina Jolie pisa firme con unos botines sorprendentes en la alfombra del Festival de Cine de Roma

No hace falta que nos digan que Angelina Jolie no necesita ornamento alguno. Su mera presencia es una demostración de saber estar y de una elegancia contenida con la que siempre trasciende las tendencias dejándose llevar por su propio estilo. Y así, tal cual reza esta descripción, la intérprete, directora y activista aterrizó anoche en la alfombra roja del Festival de Cine de Roma para presentar su próxima pelicula, Couture, dirigida por Alice Winocour, y en la cual encarna a una cineasta a la que le acaban de diagnosticar cáncer de mama.

Jolie eligió esta vez un vestido-capa negro de corte midi, obra de Alberta Ferretti y diseñado a medida por su director creativo desde el año pasado, Lorenzo Serafini. La pieza envolvía su figura con una cadencia natural, sin adornos y sin volúmenes exagerados más allá de sus especiales mangas. Abrazando un minimalismo casi monástico, este poseía (a modo de contraste) un escote posterior que dejaba su espalda abierta y mostraba sus tatuajes.

Pero tal y como hace Jolie con el cine, al que siempre le dedica una ejecución impecable, en este estilismo puso el punto perfecto con sus botines de charol. De líneas afiladas, tacón de aguja y un escote en V en el empeine, se trataba de un calzado muy arriesgado para un evento de este calibre, pero que multiplicaba por mil el efecto dramático de todo el atuendo.

Completó todo con unos maxipendientes brillantes en forma de botón (y con un cariz ochentero) y su melena rubia ceniza con raíces oscurecidas. En cuanto al maquillaje, eligió un beauty look segunda piel, de estos que apuestan por dar luminosidad al cutis sin recargar, con un juego de sombras en su mirada y labios naturales; es decir, muy en línea con la belleza natural que siempre suele defender en sus salidas.

GD

leave a reply