Hallan en Australia impacto de meteorito de tres mil 500 años

Se trata de un hallazgo que cambia la línea de tiempo de los impactos de rocas espaciales y refuerza una teoría sobre la formación de los primeros continentes terrestres, señalaron los geólogos.

En su artículo explican que el descubrimiento no fue del todo fortuito. Durante años sospechaban que en Pilbara podría haber rastros de un impacto colosal.

Al analizar la composición química de minúsculos cristales de zircón encontrados en la zona, los geólogos identificaron evidencias de un evento de alta energía. Sin embargo, necesitaban algo más tangible, algo que cualquier geólogo pudiera ver a simple vista sin necesidad de un microscopio.

Para avanzar en la investigación, el equipo organizó una expedición en mayo de 2021 para recorrer Pilbara en busca de señales visibles del impacto. La clave estaba en una capa de rocas conocida como Arctic Creek Member, una formación sedimentaria comprimida entre capas de lava basáltica, relatan.

Y ahí, entre afloramientos polvorientos y caminos pedregosos, encontraron la evidencia definitiva: conos de fragmentación, estructuras fracturadas que sólo se forman tras un impacto de meteorito.

Más allá de su antigüedad, este cráter respalda una teoría muy interesante: la idea de que los primeros continentes de la Tierra se formaron gracias a impactos de meteoritos. Hasta ahora, se discutía si los continentes habían surgido por procesos internos de convección del manto o por la dinámica de la tectónica de placas.

Sin embargo, este hallazgo sugiere que los impactos gigantescos pudieron haber generado suficiente energía como para fundir grandes volúmenes de roca y desencadenar la formación de corteza continental.

El equipo que realizó el descubrimiento resalta que esta hipótesis tiene paralelismos con lo que se observa en la Luna y otros cuerpos planetarios, donde los impactos fueron claves en la evolución geológica.

Si este proceso ocurrió en la Tierra primitiva, podría haber influido no solo en la configuración de los continentes, sino también en la aparición de los primeros ecosistemas.

Ahora, el reto es seguir explorando el pasado enterrado de la Tierra y descubrir cuántos otros secretos guarda nuestro planeta bajo sus rocas más antiguas, señalaron.

baf

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