Intervención del Diputado Federal del PRI, César Alejandro Domínguez Domínguez, en la Sesión Ordinaria.

Con su permiso, presidenta. Primero, decir que, como decía el maestro Ignacio Burgoa, “el amparo es un recurso de carácter constitucional que tiende a corregir los errores en el que incurren las autoridades responsables”.

Y ese es el motivo por el cual se propone esta serie de reformas, porque ante los errores que fueron cometiendo en el ejercicio del poder público, quienes hoy están en el oficialismo, pues se promovieron una serie de amparos que resolvieron en contra de la autoridad y en venganza propusieron una serie de reformas para frenar la posibilidad jurídica que tiene el ciudadano de poder ir en contra de una acción irresponsable, de una acción autoritaria, de una acción fuera del marco jurídico, como las que llevaron a cabo o las que Vienen llevando a cabo desde el oficialismo.

Ese es el motivo por el cual hoy estamos sumidos en este debate, en el cual estamos dando al traste a una figura que efectivamente quienes la crearon en el pasado, como don Manuel Cresencio García Rejón, me parece que ahorita está, y lo digo con mucho respeto para él y su familia, retorciéndose en la tumba en razón de que se está dando al traste a esta figura que se creó con la finalidad, reitero, de proteger a las personas, de proteger los derechos humanos y que hoy se ve trastocado por un capricho.

Una venganza que promueven desde el oficialismo al Poder Judicial y desde luego a los ciudadanos ya las ciudadanas de este gran país ante la imposibilidad que se tendrá de promover este tipo de juicios en algunos casos que podemos poner en el tapiz del ejemplo ciudadano para poder estar más claros.

Esta Reforma, me pregunto, ¿protege los derechos humanos?, ¿esta Reforma tendrá la posibilidad de darle al que menos tiene esa oportunidad de poder promover un juicio de amparo?, esta cancelación de los efectos generales en el juicio de amparo, que no es otra cosa, más que las resoluciones atiendan a una colectividad en específica, es decir, que sus efectos puedan darse en beneficio de todas las personas que se encuentran en una misma situación que aquel que promovió el amparo, que el quejoso, como se le denomina en el juicio de amparo.

Pues no, ya no los beneficiarios, porque esta decisión que hoy se está tomando y que se viene tomando desde el tema de la supremacía constitucional deja sin posibilidad al ciudadano de a pie de poder verse beneficiado con alguna promoción de un juicio de amparo que hayan hecho otros y que él se encuentre en la misma hipótesis, ya no será beneficiado esto, de tal suerte que tendrá que promover un juicio de amparo para poderlo lograr.

Decía ayer mi compañero Arturo Yáñez en la Comisión de Justicia, señalaba que pasaba si entre estas millas ocurren dencias que tiene el oficialismo, en una de esas definen que la educación sea privada y si alguien se ampara y logra el beneficio de la Justicia Federal, pues tal vez aquel que se encuentra en una colonia popular, llámese en el caso de Chihuahua, Vistas, Cerro Grande, no promueve un amparo, pues tendrá que irse a tratar o se quedará sin educación porque no va a poder estar en educación privada.

De ese tamaño es la desventaja en la cual se está ubicando a los que menos tienen y menos pueden en esta circunstancia de no verse beneficiados con la posibilidad de tener un efecto general en el juicio de amparo.

Pero, ¿cuál es la motivación de esta reforma?, y se ha dicho ya muchas veces aquí, la motivación de esta reforma tiene como fondo la venganza de quienes hoy están en el oficialismo y de quien gobernaba en el oficialismo en el sexenio pasado.

Esta venganza del expresidente y sus servidores es para perpetuarse en el poder, es para tener el control de los ciudadanos, es para tener el control de las personas y lamentablemente no convencen a la colectividad en este tipo de acciones, dijo don Jesús Reyes Heroles, en política lo importante es convencer, persuadir, no improvisar.

Amigas y amigos de la mayoría oficialista, no improvisen en estas cosas, no improvisen lastimando la posibilidad que tienen las y los mexicanos de poderse amparar ante un acto injusto de la autoridad Federal, Estatal o Municipal.

No improvisen queriendo tener el control en el Tribunal de Disciplina Judicial para que aquellos jueces o ministros no puedan tener un juicio de amparo cuando vean una resolución que no cumplió el debido proceso, este es el gran riesgo que tenemos ahora con estas reformas.

Por eso, amigas y amigos, les reitero lo que les dije en el pasado, todos los demagogos invocan una Constitución, pero tienen por símbolo el sable y el despotismo, diría don Jesús Reyes Heroles.

No actúen con el sable y con el despotismo en contra de los ciudadanos, violentando los derechos humanos y en contra del Poder Judicial de este gran país.

baf

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