Con ingresos insuficientes, endeudamiento sostenido, y recortes en sectores estratégicos como salud, educación e infraestructura, las medidas planteadas en el Paquete Económico 2025 parecen ir contra las políticas redistributivas de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Si bien el Paquete Económico busca evitar la perdida del grado de inversión, su enfoque no aborda las causas estructurales de la precariedad fiscal. La falta de una reforma tributaria que fortalezca los ingresos públicos limita las capacidades del Estado para sostener tanto el gasto corriente como las inversiones que generan crecimiento a largo plazo. Además, la dependencia del endeudamiento expone al país a riesgos significativos.
El incumplimiento de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, que exige equilibrio presupuestario, refuerza la percepción de improvisación. Así, la paradoja del Paquete Económico 2025 radica en que, al tratar de garantizar la viabilidad fiscal, podría terminar socavando los mismos programas que prometen combatir la pobreza y la desigualdad.
baf