Las autoridades iraníes han incrementado la presión sobre la activista Narges Mohammadi, otorgándole una condena adicional de seis meses de prisión tras protestar contra la ejecución de una prisionera política.
La activista, reconocida mundialmente por su lucha a favor de los derechos humanos, recibió el Premio Nobel de la Paz en octubre de 2023, un logro que ha intensificado la persecución en su contra en su país de origen, Irán.
El pasado 19 de octubre, Mohammadi fue condenada a seis meses adicionales de prisión por “desobediencia y resistencia a las órdenes”.
La activista, quien ya cumplía una sentencia de 30 meses en la prisión de Evin, protestó en agosto contra la ejecución de una prisionera política en el pabellón de mujeres de este penal.
Este acto fue catalogado como resistencia por las autoridades penitenciarias, lo que derivó en la reciente sentencia.
La Coalición para la Liberación de Narges, organización que aboga por su liberación y visibiliza los abusos en su contra, ha alertado sobre el deterioro de su salud.
Mohammadi padece una enfermedad cardíaca y, según denuncias, no recibe atención médica adecuada, lo que ha causado gran preocupación en la comunidad internacional.
Activistas y organizaciones defensoras de derechos humanos han condenado la privación de tratamiento médico como una forma de “tortura silenciosa”.
En redes sociales, el hashtag #FreeNarges ha ganado popularidad, mientras que más de 70 activistas dentro de Irán expresaron su inquietud en un comunicado público, advirtiendo que la situación podría terminar en una “muerte a silencio”.