Tras meses de ambigüedad el candidato republicano, Donald Trump, ha clarificado este lunes su posición sobre el derecho al aborto y se ha dejado ver más moderado de lo que había insinuado previamente en torno a un tema que se perfila como uno de los grandes campos de batalla en la pelea electoral por la presidencia de Estados Unidos el próximo noviembre.

En lugar de apoyar la prohibición en todo el territorio nacional, como había insinuado, ahora se declara partidario de que sea cada Estado el que decida, y también apoya excepciones al veto en ciertos casos

En un vídeo colgado en su red social, Truth Social, el expresidente parece apuntar que su nueva moderación, que le distancia de los grupos antiaborto que componen una parte clave de su base electoral, es resultado de un cálculo electoral.

Trump enfatiza la importancia del asunto como uno de los grandes temas que pueden decidir la intención de voto el próximo noviembre. Se considera que fin de las protecciones federales al derecho al aborto, tras el dictamen del Tribunal Supremo en junio de 2022 que tumbó la sentencia Roe contra Wade que garantizaba esa libertad desde 1973, fue uno de los factores decisivos para que el Partido Republicano recibiera unos resultados mucho peores de los que esperaba en las elecciones de medio mandato ese año.

“En este asunto, deben hacer lo que les dicte su corazón. Pero recuerden, también debemos ganar elecciones para restablecer nuestra ideología y, de hecho, salvar nuestro país, que es actualmente, y de modo muy triste, una nación en declive”, señala el magnate en el vídeo.

“Mi opinión ahora es que tenemos aborto donde todo el mundo lo quiera, y desde el punto de vista legal los Estados lo determinarán mediante el voto, o legislación, o quizá las dos cosas”, ha señalado el aspirante a regresar a la Casa Blanca. “Y lo que decidan debe convertirse en la ley de ese territorio”.

El candidato republicano asegura apoyar la interrupción
voluntaria del embarazo en casos de violación, incesto o protección de la vida de la madre. Tras haber insinuado con anterioridad que apoyaría la prohibición en todo el territorio estadounidense del aborto más allá de las quince semanas, ahora ha esquivado precisar si respaldaría ese tipo de veto y, en ese caso, a partir de cuántas semanas

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