El eclipse solar total que será visible en América del Norte el próximo 8 de abril es aún más singular de lo que los entusiastas de la astronomía pueden imaginar. Millones de personas de Canadá, Estados Unidos y México podrán presenciar una corona solar a simple vista y el oscurecimiento del cielo a mitad del día, pero si observan con detenimiento, también hallarán un enigmático cometa.
El eclipse del 8 de abril coincide con el regreso del cometa 12/Pons-Brooks. El ‘cometa diablo’, como también se le conoce, se aproximará a la Tierra durante abril, después de 70 años de orbitar por el sistema solar. La última vez que alguien pudo observarlo fue en 1954, y la siguiente ocasión en que se identifique en el cielo será en la década de 2090.
En el punto culminante del eclipse solar de América del Norte, cuando el cielo se oscurezca, es posible que el ‘cometa diablo’ sea visible con su característica cola a solo 25 grados del disco. Calcular esa distancia es relativamente fácil. Primero es necesario considerar que 20 grados de separación en el cielo equivalen a la distancia entre la punta del dedo pulgar y el meñique, con la mano extendida y el brazo recto. Por lo tanto, si se apunta la palma de la mano completa al firmamento, estableciendo el eclipse solar en una de las extensiones, el cometa se ubicará un poco más allá del último dedo.
Pons-Brooks será visible durante casi todo el mes de abril, pero por coincidencias astronómicas, su paso el día 8 será inmortalizado por un eclipse solar total, que a su vez es uno de los menos comunes que existen. Solo en los últimos 15 minutos del fenómeno se visualizarán los cambios lumínicos más pronunciados. El período de mayor oscuridad durará cuatro minutos y 28 segundos.
La duración de la totalidad de la oscuridad es más extensa que la de otros eclipses solares que han coincidido con el continente americano en las últimas décadas. En Estados Unidos, la última vez que un fenómeno de esa naturaleza duró tanto fue en 1806. En México, la historia cambia, ya que la intersección entre la Luna y el Sol de 1991 duró seis minutos y 53 segundos.
También se debe tomar en cuenta que actualmente el planeta Tierra se enfrenta al periodo de máxima actividad solar. La dinámica de la superficie solar no solo produce llamaradas de clase X, además transformará visualmente el eclipse. Usualmente la corona se mira desproporcionada, pero en esta etapa de la estrella, se apreciará como un girasol simétrico.
baf 11:34