Encaminados los procesos “internos” de los partidos políticos para ungir a un representante que terminara portando el título de candidato para la presidencia de la república se han presentado muchas nuevas variables que van modificando el contexto político, estableciendo coyunturas que no había ni si quiera posibilidad de avizorarlas.
En política es un error dar todo por sentado, creer que lo establecido en un momento porque así lo define el contexto o la encuesta es una verdad y realidad inamovible, es permitir que el mismo contexto termine estableciendo las realidades que su propia naturaleza le otorga. Ejemplos de esto que se define hay muchos ¿Cuántos políticos no terminan carreras o elecciones siendo un segundo o tercer lugar cuando arrancaban en primero? ahí está Nuevo León y la candidata morenista que por malas juntas termino sin el acceso al poder que buscaba.
La moraleja siempre es la misma y tiene mucho que ver con la soberbia, en estos momentos hay que hacer un análisis contundente y frívolo que termine por arrancar plumas y entender que los momentos claves en la política requieren de nombres específicos para ciertas contiendas y requieren de nombres que sean escalones para garantizar el ascenso. La soberbia entre los aspirantes se define por ser el nombre que ascienda y no el que pisen, creyéndose siempre más que los otros. La soberbia de quienes gobiernan y serán remplazados está definida por considerar que son ellos quienes ungen al individuo.
¿Quién aprenderá primero la lección? De lado de morena las “corcholatas” son personajes que no terminan por entenderse como individuos, su tarea es cuidar la figura presidencial, es decir que no pueden hablar de algo que vaya mal en este sexenio y tienen además la obligación de que por mandato definido desde palacio nacional no poder dividirse, no desencadenar enfrentamientos, al final de cuentas no pueden avanzar más allá de lo que ya se les permitió. Del lado del frente opositor no pueden cada aspirante dejar de lado la visión centrista de su persona para garantizar librarle el camino
a la única ciudadana que le ha logrado arrebatar la agenda mediática al residente de palacio a tal grado que él ha terminado hablando de ella un día si y al otro también. De lado del presidente su soberbia no le ha permitido entender que es el momento en el que debe callar para permitir que los demás hablen, su idea de ser el gran elector ha incapacitado a sus candidatos y ha posicionado a una candidata que jamás considero en sus listados: La soberbia del presidente es un arma que puede sepultar sus propios intereses.
La soberbia de los lideres de los partidos políticos de oposición han generado desbandadas que enflacan y laceran sus posibilidades, eso es claro y ha sido muy visible durante este tiempo, ellos en su soberbia no se están dando cuenta que también estorban y que sobran además de otorgarle al gobierno federal una narrativa de lo que es la mafia del poder. Y quizá una de las soberbias más costosas junto con la del presidente es la de Movimiento Ciudadano, el partido aislado que terminara por ceder su voluntad a los candidatos de los frentes que están en una disputa real.
La soberbia estimados lectores es la madre de las desgracias políticas que nunca son consideradas, la soberbia tiene un costo, hacerla a un lado pondrá puntos a favor a uno de los frentes políticos que hablan del 2024 como si nunca hubiera existido el 2023.
baf 15:22