Por: Guillermo Calderón
Solo es una reflexión que pretende impulsar el
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Pasado mañana, habrá de llevarse a cabo el primer debate entre las candidatas que compiten por la gobernatura del Estado de México. El encuentro se dará, con base en lo establecido por la autoridad electoral y como resultado de los acuerdos tomados entre los equipos de campaña de ambas candidatas. Al final, no tuvieron éxito las patadas de ahogado, con las cuales se pretendía aumentar el número de encuentros. Solo se trató de un pernicioso distractor, intentando ganar audiencia. Fuera de ello, es importante reconocer que estos ejercicios democráticos, bien logran complementar a una contienda electoral, tan grande e importante como la nuestra; porque, proveen información para el electorado y visibilizan algunas de las diferencias entre las competidoras. Pero no, caigamos en el error de considerarlas definitorias; porque, no lo son. Son ejercicios complementarios, como lo dije, y no son tan contundentes como para proclamar, a priori, un triunfo electoral. Aunque ya es un poco tarde, todavía hay quien espera que su panorama cambie, a partir de este primer ejercicio. Sin embargo, es poco probable que eso suceda, más para quien ocupa un lejano segundo lugar de la contienda. A pesar del debate, no se moverán las preferencias que masivamente están de lado de Morena y de su candidata Delfina Gómez Álvarez. Todo lo contrario, lo que sí pasará es que, Delfina reafirmará las preferencias y se tornarán más fieles y confiables en torno a ella y su partido. La apuesta en los debates fue muy grande de parte de la alianza Va por el Estado de México. Ansiosamente, han esperado este momento y tienen previsto lanzar un gran espectáculo. Han decidido aventar toda la carne al asador, como su última alternativa. Lo hicieron pensando en la probabilidad de que llegue al debate una candidata rival, dócil, confundida y temerosa; pero llegará, una muy distinta Delfina Gómez, que a duras penas podrán reconocer. Encontrarán a una mujer que no necesariamente “necesita que la abracen”. Su mejor apuesta consiste en que la candidata de Morena, cometa errores durante su exposición; solo que Alejandra del Moral, carga con una loza más pesada: los 96 años del poder absoluto del PRI y todo lo que representa ese pasado (tramas de corrupción, financiaciones ilícitas y enriquecimientos subrepticios), y si a ese peso se le sumaran otras, tantas cuestiones; como la incompetente gestión del gobierno estatal, para frenar la inseguridad en el territorio mexiquense y la decapitación del futuro de los jóvenes por vivir en el Estado de la República, con el mayor índice de analfabetismo del país, entonces la loza se vuelve insostenible. Ni este debate, ni el siguiente, será suficiente para cambiar la intensión del voto que hasta este momento se decanta en favor de Morena y sus aliados. Si acaso resulta alguna variación, según mi opinión, esta sería de menor magnitud, casi imperceptible. Las historias de los debates han demostrado que estos ejercicios, siempre servirán para reafirmar al votante decidido y no tanto para el indeciso. Suceda lo que suceda, aún se manifiesten como ganadores del encuentro político, el debate no se traduciría nunca en una captación de preferencias electorales, en lo automático. No. No será así. Y debieron de habérselo explicado a Del Moral, de no haberlo hecho es que hay una rebelión en la granja y los cambios al interior de su equipo de campaña lo debe de realizar ya, eso sí, en automático, antes de la debacle. De todas formas, desde la semana pasada, en un encuentro o como ellos le llaman en un “scouting”, con priistas mexiquenses del norte del Estado, se dijo estar listo el preparador físico del equipo de campaña de Va por el Estado de México, Alito, Moreno para llevarlos al momento más esperado de esta contienda: al debate. Nadie como él, conoce el espectáculo de la política o la política del espectáculo. Es el más confiable para este tipo de ejercicios, ya que conoce todo tipo de suertes, como la del trapecista; además, se sabe de memoria cualquier guion que tenga relación con la sátira política y si no, tiene la capacidad para inventarse una a su modo, desde luego. Ahora, mis preguntas finales, respecto a las preguntas de la candidata de la alianza, ¿Ya tendrá su grandilocuente pregunta sobre los Compromisos, 2030 de la ONU? ¿Le preguntará a Delfina Gómez cuantos abrazos necesita al día como para no bajar en las preferencias electorales? Hasta aquí con una más de: Mis preguntas finales, nos leemos en la próxima. Guillermo Calderón Vega. Profesor Universitario, abogado, exfuncionario público, Experto en operación, negociación y concertación política. Twitter: @gmo_calderon / Facebook e Instagram: Guillermo Calderon Vega
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