Por: Guillermo Calderón. Solo es una reflexión que pretend impulsar el mundo de las ideas, los valores y las actitudes.
Por si no se han dado cuenta a los mexiquenses ya nos alcanzó la cuarta transformación. Es exactamente la misma película de Oaxaca, Hidalgo, Sonora y Colima. La defensa por el Estado de México no es seria. Y como dijo el clásico “no se hagan bolas; hay una sola candidata”. El proceso electoral para elegir al nuevo Gobernador del estado ya es un simple formalismo, les explico:
El PAN agotó su posibilidad de ir a la cabeza en una alianza entre el PRD y PRI y con la que seguramente hubiera alcanzado un margen considerable de competitividad. Sin embargo, dio un paso al costado y cedió. Prefirió no confrontarse y no cargar con los negativos de uno de sus socios; además, evito el riesgo de competir casi en soledad; pero, al final, son los que más han ganado; porque le esperan, seguramente, senadurías y diputaciones, nada despreciables para estos momentos aciagos.
En cambio, al PRI cree que venció a un rival y en realidad hizo a un lado a un socio. Su lucha la inicio en un escenario que no es el adecuado para conquistar votos ciudadanos y sin miramientos mostró, lo más rápido que le fue posible, el ego del que están compuestos. Seguros de ese triunfo, en los próximos dos días registrarán a su candidata y dejarán para después lo que menos le importaba, la alianza. Pero se equivocaron de batalla. Antes, se cercioraron de no perderse de la vista de aquellos mexiquenses, habituados a sus exhibiciones egocéntricas para tratar de mantener la falsa idea de que nadie es mejor que ellos.
Ahora hemos visto que su campaña política la han enmarcado en una supuesta defensa por el estado de México. Pero hasta el momento no he visto, como esa defensa, alcance cuando menos a uno de los familiares de las casi 20 mil víctimas registradas al cierre de este año por delitos violentos en la entidad. Tan solo la extorsión aumento más del 10% en el 2022. Tampoco he oído pronunciarse por las casi 50 mil defunciones producidas, solo en el Edomex. por la pandemia de COVID-19 y sus derivados, de eso ya no hay memoria, pero las víctimas existen. No sé de qué manera se defiende a los mexiquenses si no es por aquellos grandes males que amenazan nuestra integridad, patrimonio o salud, ya no digamos nuestra educación o nuestro trabajo; al menos que la defensa consista, únicamente, en mantenerse el poder político.
El ego político de “yo soy la mejor” es grande, se sublima mucho más en los procesos electorales, pero existe uno que es aún más peligroso: yo soy quien tiene el poder para defender al Estado de México. Por eso vemos tantos anuncios panorámicos en las avenidas mexiquenses, documentados, por cierto, por diversos medios de comunicación como Milenio TV y la revista Proceso, donde dice proteger al Estado de México, es propaganda ego-electoral disfrazada de portada de revista.
En este momento hay alguien quien tiene su camino allanado, pero hay quien que, por esos ejercicios de ego puede fracasar en su intento por Gobernar al Estado más importante del país. El ego no conoce de limaduras. No esperemos que, el que pierda, reconozca su derrota por no haber sido el adecuado. Se señalarán infinidad de circunstancias, menos sus excesos ni sus causas de auto satisfacción.
Ahora, mis preguntas finales, sobre el ego y otras causas de la derrota ¿Un encendido ego político es lo que mejor anima al elector?
¿La exhibición egocéntrica facilita la derrota? ¿De verdad, nadie es mejor?
Hasta aquí con una más de: Mis preguntas finales, nos leemos en la próxima.
Guillermo Calderón Vega. Profesor Universitario, abogado, exfuncionario público, Experto en operación, negociación y concertación política. Twitter: @gmo_calderon / Facebook e Instagram: Guillermo Calderon Vega
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