por Abelardo Pérez Estrada
@abeperez
Empresario, analista político, Expresidente CANACINTRA
Desde hace tiempo, he sostenido que nuestro sistema partidista esta obsoleto y ha caducado.
Lo anterior, lo hago basado en que se perdieron los principios básicos de su creación, la oportunidad de representar a un sector de la población que no comparte el rumbo y las acciones de quien tiene el control para implementarlas, generalmente el partido de donde emana el presidente en turno y durante muchos años y más ahora el poder de un solo hombre, el “presidente”.
Sin embargo, lo que hemos visto, es que los partidos políticos se convirtieron en su mayoría, en el botín de un grupo reducido de “políticos” o “familias”, que caen en la seducción del poder y del dinero y con tal de mantenerlo, son capaces incluso de cambiarse de partido, a conveniencia y con poca memoria, totalmente traicionando sus ideales y sus representados.
Siempre he sostenido, que los partidos políticos, organizaciones, asociaciones, empresas y gobiernos, son tan grandes o tan pequeños como quien los dirige.
Y lo que esta sucediendo actualmente en el PRI, específicamente con su presidente “Alito” Moreno, que por segunda vez pone en riesgo la continuidad de la alianza, haciendo “guiños” al presidente López Obrador, para apoyar sus iniciativas, que dicho sea de paso “no benefician al país”.
Anteriormente, “Alito” puso en riesgo la alianza, al abrir la posibilidad de votar a favor de la reforma energética del presidente, lo cual generó una tensión innecesaria dentro de la alianza y comenzó la implosión dentro del PRI.
Al recular el presidente del PRI y alinearse cumpliendo su palabra con la alianza, únicamente logro que le sacaran los “trapitos” sucios y una campaña de “desprestigio o verdad”, continua desde el gobierno de campeche, utilizando de medio a la gobernadora Sansores.
Dicen en los pasillos del PRI, que el cada vez más disminuido presidente “Alito”, dejo pasar la iniciativa de la diputada Yolanda de la Torre, mandando un mensaje de apoyo al presidente Andrés Manuel, proponiendo mantener al ejercito en las calles, por lo menos al 2028.
Nota importante: era totalmente innecesaria esa iniciativa ya que como lo documenté en esta columna la semana pasada, el 11 de mayo de 2020, el presidente ordenó el uso de las fuerzas armadas en tareas de seguridad hasta 2024, año donde termina su mandato.
La cual, fue impugnada por la diputada panista Laura Rojas, entonces presidenta del congreso y 2 años después, la SCJN aun no se pronuncia, por lo tanto, actualmente las fuerzas armadas hacen labores de seguridad, aunque “digan” que es inconstitucional.
Todo lo anterior trajo al menos estos efectos en la oposición:
· En la alianza, ya los presidentes del PAN y PRD, anunciaron la suspensión temporal de la alianza, en tanto no se retire la iniciativa de la diputada Yolanda de la Torre
· En el Estado de Mexico y Coahuila, los gobernadores Del Mazo y Riquelme, están a la expectativa porque saben que no les alcanzará para mantener sus estados, llegando con una alianza dividida.
· Dentro del PRI, el senador Osorio Chong, no desaprovechó la oportunidad para seguir posicionándose, retando y restando liderazgo al presidente “Alito”, declarando que no conocen ni están de acuerdo en el senado, con la iniciativa de la diputada de la Torre.
Está claro que hoy, el único responsable del rompimiento de la alianza, sería el actual presidente Alito, que tendría los reclamos, acusaciones y señalamientos de traición por parte del PAN y PRI, aunados a los reclamos cada vez mas fuertes de las corrientes priistas, que, dicho sea de paso, aun tiene el control del consejo político nacional y de la estructura partidista, seguramente provocando que busquen removerlo.
El gran ganador, por estrategia o rebote, se llama Andrés Manuel López Obrador, a quien le viene como “anillo al dedo”, ésta fractura en la alianza, que de alguna forma equilibra la implosión y las fracturas que cada día se acumulan en Morena.
Insisto, ¡Es tiempo de los ciudadanos!, no de “Alito”
smr14:43