· La promoción cultural trascendió la barrera gubernamental, es decir, los esfuerzos se han realizado por otros actores: Yazmín Montes
México y Corea deben fortalecer sus relaciones y dirigirlas hacia las nuevas generaciones, muchas de ellas, tienen presencia y son visibles en las redes sociales y en los medios de comunicación, es decir, forman parte de las actuales dinámicas de cooperación, consideró Carlos Uscanga, profesor-investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
En el Seminario Permanente de Estudios sobre la República de Corea, que organiza la Comisión de Relaciones Exteriores Asia-Pacífico-África, que preside la senadora Cora Cecilia Pinedo Alonso, se presentó el libro conmemorativo del “60 Aniversario de las relaciones Corea-México. Evaluación y objetivos futuros”. Ahí, el académico consideró necesario poner énfasis en el papel de la sociedad civil.
“Necesitamos poner más énfasis más allá de las relaciones diplomáticas oficiales, porque entre los individuos y la sociedad civil se generan espacios que han permitido poner nuevos actores en la dinámica de la relación entre ambos países”, comentó.
Dijo que el libro manifiesta la perspectiva lineal, tradicional, sobre la llegada de los nuevos coreanos en 1962, con el inicio de las relaciones diplomáticas, y ahora las expectativas son otras con la reanudación de las negociaciones de un tratado de libre comercio Corea-México.
Es importante conocer, agregó, qué ha fallado y cuáles han sido los éxitos, cómo reflejarlos y buscar otros caminos para no cometer errores del pasado.
Durante el seminario, la doctora Lim Su Jin, profesora e investigadora de la Universidad de Colima, presentó el libro de la llegada de la primera migración de coreanos en 1905 a México y de los 60 años de relaciones entre ambos países.
Afirmó que es la primera vez que se trata el tema de los miles de soldados mexicanos que participaron en la Guerra de Corea de 1950 a 1953, un hecho que permaneció en el olvido hasta que, gracias a la conmemoración del establecimiento de relaciones México-Corea, surgió una organización para reconocer su sacrificio.
Respecto al capítulo en el que se aborda el estado de la cooperación cultural actual entre los dos países, a cargo del Círculo Mexicano de Estudios Coreanos, Edith Yazmín Montes explicó que la promoción de la cultura ha trascendido a la barrera gubernamental, es decir, que los esfuerzos en la materia se han realizado por otros actores.
Destacó la importancia de reconocer a los descendientes de la migración coreana, su concepción e integración en las agendas culturales, bajo una perspectiva plural.
Juan José Ramírez Bonilla, investigador del Colegio de México, consideró que uno de los retos que se tienen que enfrentar es darse a la tarea de desarrollar y recuperar la experiencia de la relación bilateral a futuro, como colectividad en los acuerdos que se establezcan entre Corea y México.
RMR/BATR
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