Refritos de Reformas

por Abelardo Pérez Estrada

@abeperez

Empresario, analista político, Expresidente CANACINTRA

Como muestra de la falta de creatividad de algunos de los diputados reelectos en esta legislatura, o quizá como muestra, de que lo único que tienen que aportar para la mejora de convivencia de la sociedad a la que dicen representar, estos hábiles legisladores, sacan refritos de las reformas que convenientemente quedaron pendientes en las legislaturas anteriores.

Como muestra, podemos tomar la famosa ley de marchas y plantones, que por lo menos tiene 14 años que en los pasillos del congreso, se escucha como la leyenda de Pedro y el Lobo, aunque en este caso nunca llega el lobo.

Una reforma, que es necesaria para nuestro consistentemente bloqueado estado, pero como desde hace 14 años, no se ha querido abordar con un enfoque que ataque a las causas y no solo a las consecuencias de un estado/sociedad no atendida, que recurre a los gritos en los bloqueos ante la falta de atención en las palabras.

Separando los motivos, donde hay marchas que son necesarias por hechos lamentables que nos lastiman como sociedad, por hechos que nos marcan y cambian la vida para siempre, hay marchas que deben permanecer, con las que no deberíamos olvidar la incapacidad de las autoridades ante la descomposición social, que saca lo peor de algunos seres humanos dañando a otros y que quedan sin castigo, y esas marchas, gritan en forma desesperada, esperando que las autoridades hagan su trabajo para garantizar el que podamos convivir entre nosotros.

Pero hay otras que no se justifican, como el bloqueo el año pasado de 91 días en las vías del tren por un grupo de ciudadanos inconformes cobijados por un sello magisterial, pidiendo hasta la libertad de los presos políticos, y alguno que otro postulado del Che Guevara, algunos peleando plazas automáticas, como si el estado fuera una agencia de colocación de empleo y de esa forma les garantice a algunos el futuro laboral.

En su momento, pude participar en foros acerca de esta ley, incluso abanderarla para que no quedara en el olvido y no se volviera un refrito como en esta legislatura (nuevamente), en aquellos días planteaba que la solución no es regular la forma en que la gente se manifiesta, sino atender las causas de su molestia.

Me explico, dejando a un lado los bloqueos oportunistas que buscan presionar al estado, buscando beneficios particulares o de unos pocos, deberíamos pensar en un gobierno eficiente que pueda atender las demandas de los ciudadanos, por ejemplo, hoy cuando un ciudadano se siente vulnerado, lastimado o desatendido, no sabe a donde acudir y cuando tiene el valor de ir a la dependencia donde cree que le solucionaran, se topa si bien le va, con la burocracia que le menciona que ahí no es, y que no saben a donde debe dirigirse, o que se le responderá en algunos días, y esa respuesta no llega, o cuantos hechos lamentables podríamos evitar si le hicieran caso a una mujer violentada o amenazada.

Deberían los gobiernos implementar esa oficina de “servicios al ciudadano” donde se tomen en serio las necesidades de los gobernados y se les de una respuesta que incluso desactive cualquier intento de manifestación ya que el ciudadano fue atendido.

Quizá es soñar con una buena secretaria o de “perdis” una dirección de “atención a clientes”, donde cualquiera de nosotros pueda elevar una queja buscando solución.

Tal vez es mucho soñar, que como ciudadanos tenemos el derecho de tener una respuesta de lo que está mal implementado y que no nos permite avanzar como sociedad, o tal vez es el momento de tomar nuestra fuerza para realmente exigir a lo que tenemos derecho.

O quizá el refrito de las reformas, no solo hable del modus vivendi de algunos legisladores que ya encontraron la forma de justificar las dietas del congreso, quizá deberíamos evaluarlo, como la incapacidad de ellos mismos de haberlas llevado a cabo en la legislatura anterior.

Insisto …….

¡Es tiempo de los ciudadanos!

leave a reply