Descubren que un chorro emitido por el primer agujero negro fotografiado tiene una estructura “similar al ADN” y se expande a 3.300 años luz

Un chorro emitido desde el centro de la galaxia Messier 87 (M87) fue captado y analizado por un equipo internacional de astrónomos, que describieron sus conclusiones en un estudio publicado en la revista The Astrophysical Journal Letters.

El evento fue estudiado en diferentes longitudes de ondas radio, lo que permitió a los investigadores reconstruir su estructura tridimensional. Como resultado, detectaron que el material del chorro “traza una doble hélice similar a la estructura del ADN”, explicó la líder del equipo, Alice Pasetto, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en un comunicado de National Radio Astronomy Observatory.

Por su parte, otro de los investigadores, Iván Martí-Vidal, de la Universidad de Valencia (UV), indicó que la forma del fenómeno de por sí era previsible. Sin embargo, la distancia del agujero negro nuclear M87 a la que se observó 3.300 años luz fue algo inesperado.

“Se espera que el campo magnético tenga una estructura helicoidal muy cerca del agujero negro y que tenga un papel fundamental en la canalización y aceleración del plasma, pero no esperábamos un campo tan ordenado a distancias tan grandes”.

Los astrónomos creen que el campo magnético del chorro podría conservar su estructura a una distancia tan enorme gracias a las inestabilidades de Kelvin-Helmholtz, descritas por primera vez en el campo de la hidrodinámica. Según esta hipótesis, en los máximos de presión creados por el fenómeno “también se comprimirían las líneas del campo magnético y se potenciaría la emisión, tanto la intensidad total como su polarización”. Previamente, este modelo ya fue propuesto para explicar otro posible chorro de estructura filamentosa observado en el cuásar 3C 273.

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