Un grupo de astrónomos aseguró haber detectado señales de radio con un desplazamiento Doppler tras las detección del pulso “enigmático” , que coincide con la órbita del cometa interestelar 3I/ATLAS.De acuerdo a las teorías, el objeto podría estar reaccionando a la ondas de los propios radares o enviando señales a su punto de partida. Hasta el momento, no se ha encontrado evidencia comprobable que confirme la existencia de una “señal inteligente”.
Sin embargo, a pesar de la débil intensidad, muestran un patrón constante que ha sido interpretado por los analistas como “una posible forma de comunicación”.
Por su parte, el ala más conservadora de la comunidad científica sostiene que “estos supuestos pulsos, podrían ser el resultado de interferencias naturales o o errores de medición”.
Su trayectoria hiperbólica, la tenue cola que lo acompaña y su composición rica en hielo apuntan a un origen en las regiones más lejanas del cosmos. Así lo han señalado medios científicos como Sky at Night Magazine y Planetary Society, basándose en investigaciones revisadas por pares.
El cometa 3I/ATLAS ha sido descrito por los astrofísicos como un “viajero milenario”, que podría haberse originado en los albores de la Vía Láctea, posiblemente en el disco grueso galáctico donde residen las estrellas más antiguas.
Una de sus características, según los cálculos de los especialistas, es que el núcleo del cometa tendría un diámetro superior a las 3,1 millas, es decir unos 5 kilómetros.
Si bien su trayectoria lo alinea con el llamado “disco delgado” de la Vía Láctea, una región rica en estrellas jóvenes, todo apunta a que podría haberse originado en la frontera entre ese disco y el “disco grueso”, que alberga cuerpos mucho más antiguos y pobres en metales. La edad estimada del cometa: unos 10.000 millones de años. Es decir, más del doble que nuestro Sol.
Esto lo convierte en el más grande de los tres objetos interestelares provenientes del exterior del Sistema Solar.
JZ