Morena, el partido gobernante de México, en aprietos por los gastos de algunos miembros

El partido que domina México llegó al poder predicando el apoyo al pueblo llano, y sus miembros recitaban a menudo un lema: “Por el bien de todos, primero los pobres”.

Por eso, los votantes han fruncido el ceño recientemente cuando algunos integrantes de Morena empezaron a aparecer en lujosos hoteles del extranjero, luciendo atuendos y joyería que parecen caros y con millones de pesos en ingresos por fuera.

¿Cómo puede el partido del pueblo, se han preguntado los votantes, disfrutar de tanta riqueza?

“Sí crea un ligero choque”, dijo Enrique Rodríguez, de 23 años, estudiante de arquitectura en Ciudad de México, quien votó por Claudia Sheinbaum, candidata presidencial de Morena, el año pasado. Dijo que los dirigentes anteriores tenían estilos de vida aún más extravagantes, pero que el comportamiento de algunos funcionarios actuales había causado “decepción”.

“Se supone que está tratando de hacer un cambio”, dijo, sobre el partido.

Que los políticos disfruten de lujos no sorprende, sobre todo en México, donde la corrupción es un problema de larga data. La indignación por esta tara ayudó a que Morena llegara a la presidencia en 2018 y 2024, y el partido político de izquierda ha publicado estadísticas que muestran que está ayudando a los pobres como nunca lo hicieron gobiernos anteriores.

Pero la desconexión entre las declaraciones públicas de los funcionarios de Morena y los estilos de vida de ciertos políticos ha creado una tormenta en México —y frustración entre los mexicanos— que, según dijeron votantes y analistas, podría tener un efecto duradero.

“He visto una respuesta popular tan clara, tan furiosa y tan rotunda en contra de estos personajes”, dijo Vanessa Romero Rocha, analista política. “La gente está ofendida y traicionada”.

Las diversas controversias, dijo, habrían causado potencialmente un “daño irreparable” a Morena, aunque el partido no se enfrenta a elecciones intermedias hasta 2027.

Al preguntarle sobre estas críticas, la presidenta Sheinbaum ha dicho que los miembros del partido responden ante todo a los votantes. “¿Quién nos juzga? El pueblo”, dijo recientemente.

Las declaraciones se produjeron en respuesta a una pregunta sobre una de las mayores controversias de Morena, en la que está implicado el secretario de Organización del partido, Andrés Manuel López Beltrán, quien también es hijo del mentor y predecesor de Sheinbaum en la presidencia.

El padre de López Beltrán, Andrés Manuel López Obrador, surgió de un pequeño pueblo del campo mexicano para convertirse en un icono político. Fundó Morena y sigue siendo inmensamente popular entre los votantes, en parte por haber recortado drásticamente los salarios del gobierno, incluido el suyo propio; haber ampliado los programas de asistencia social para ayudar a los pobres y marginados; y haber renunciado a la gran residencia y el avión presidenciales.

“No puede haber gobierno rico con pueblo pobre”, decía a menudo López Obrador, una frase repetida por Sheinbaum, quien asumió el cargo el pasado otoño.

También se fruncieron los ceños ante otro destacado político, el senador Adán Augusto López Hernández, cuando un medio de comunicación local informó la semana pasada que recibió casi 4,3 millones de dólares en ingresos privados en 2023 y 2024.

En una entrevista, López Hernández confirmó el importe de los ingresos y dijo que los había declarado correctamente, añadiendo que el dinero procedía de trabajos jurídicos privados, rentas de alquiler, pagos de intereses y una herencia familiar.

“Yo puedo ganar en mi ejercicio de servicios profesionales o como empresario, eso no está prohibido”, afirmó. “Mientras esté bien con la autoridad”.

Morena está formado por un amplio abanico de políticos, que incluye a izquierdistas de línea dura, moderados y personas que se afiliaron procedentes de otros partidos. En mayo, el partido endureció sus directrices éticas, diciendo que consumir y mostrar “signos de ostentación material como joyería, ropa de marcas exclusivas, propiedades o automóviles de alto valor, restaurantes o turismo de lujo” iba en contra de sus principios.

“La parafernalia del poder pertenece al pasado de corrupción y privilegios”, indicaba.

Pero los últimos meses estuvieron plagados de imágenes que telegrafiaban opulencia. A finales de julio, cuando el hijo del expresidente fue visto en el buffet del desayuno de un hotel de Tokio que costaba 400 dólares la noche, la reacción no se hizo esperar en los medios de comunicación mexicanos y en internet.

Un medio de comunicación local, citando el recibo de su estancia de dos semanas, informó de que López Beltrán había gastado casi 2600 dólares en el restaurante del hotel. Ese artículo alimentó aún más la indignación, pues muchos señalaron que el hogar mexicano promedio gana aproximadamente 1400 dólares al mes.

El partido Morena no respondió a una solicitud de comentarios. La presidenta del partido dijo este verano que López Beltrán no gana más de 5400 dólares al mes. En una carta pública del mes pasado, López Beltrán admitió el costo por noche del hotel, pero dijo que utilizó su propio dinero. (No hizo comentarios sobre la autenticidad de la factura del restaurante que se difundió).

Calificó gran parte de las críticas contra él de “campaña de linchamiento político impregnada de odio, clasismo y calumnias”.

Escribió que había aprendido desde joven que “el poder es humildad, que la austeridad es un asunto de principios y que se debe vivir en la justa medianía”.

Pero su caso no ha sido el único que ha provocado indignación. Algunos funcionarios han sido vistos con ropa, relojes y coches de apariencia cara. El secretario de Educación, Mario Delgado Carrillo, fue visto en un costoso hotel en Portugal, y un poderoso diputado federal, Ricardo Monreal, comiendo en uno en España, lo que llevó a Sheinbaum a decir que los funcionarios tenían derecho a tomar vacaciones con fondos personales.

Pero también hizo un llamado a la modestia. “El poder es humildad y eso tiene que mostrarse en cualquier acción que desarrollamos”, dijo.

Ni Monreal ni Delgado Carrillo respondieron a una solicitud de comentarios.

Monreal dijo a finales de julio que hacía años que no salía de México por motivos de trabajo, y que el viaje a España fue para celebrar su aniversario de boda.

“Ni fue ni indebido, ni fue ilegal, ni fue inmoral”, dijo, y añadió que mientras el viaje se pagara con su propio dinero y no interfiriera con sus obligaciones, “no debería de ofender” a la opinión pública.

Delgado Carrillo también dijo que utilizó su propio dinero para su viaje a Portugal, “sin descuidar mis responsabilidades”. Gana 85.000 dólares de salario anual, según cifras del gobierno.

El escrutinio también ha recaído sobre el senador Gerardo Fernández Noroña, un prominente y franco político de Morena que ha citado a Karl Marx con aprobación y afirmó en 2021 que no tenía dinero.

Muchos votantes se sorprendieron recientemente al enterarse que Fernández Noroña tenía dos coches y una casa de 1200 metros cuadrados con un valor estimado de 650.000 dólares. Los críticos calificaron esa suma de exorbitante para un legislador que gana aproximadamente 98.000 dólares de salario anual, según cifras del gobierno.

El senador ha dicho que compró la casa a crédito el año pasado, añadiendo que puede gastar su dinero como quiera.

“Yo no tengo ninguna obligación de ser austero”, dijo en un acto reciente. “Son las políticas públicas que son austeras”.

JZ

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